Rayando las 12, con la maratónica sesión de entrenamiento cerca del final, Norberto Obeso se va al pie de la cerca del Parque Kukulcán para fildear el batazo de un novato. Mide y espera: con el guante cerrado y la mano derecha “limpia” atrapa el obús. Y todos se quedan con la boca abierta.

Luego corre la milla para otro engarce, y pasa la pelota al recolector haciendo otra fantasía. Así muchas más.

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No parece tener encima una carga de casi cinco horas de trabajo encima, ni que el clima y el sol obstruyan algo que para él es vital en esto que se llama béisbol: disfrutar.

Lo disfruta como pelotero, como profesional que, ante todo, primero tiene que sentirse bien, porque el siguiente paso es transmitir a quienes van al estadio pagando un boleto a disfrutar.

Dice una cosa bien clara el joven jardinero hermosillense: “el béisbol lo juegan personas, seres humanos, con sentimientos y deseos de sentirse bien”.

Con seguridad, no creemos que todos piensen así. Otros muchos cumplen y ya.

Pensar sereno, como ser humano, le permitió salir de un lento inicio en su primera temporada en Liga Mexicana. Llegó a los Leones de Yucatán como una joya de jardinero, tras varios años en Ligas Menores, y la adaptación le costó.

Pero todo cambió conforme se adaptó. Ahora, toca disfrutar, según nos cuenta en una amplia charla para los “Domingos Especiales en www.yucatan.com.mx”.

El Norberto Obeso de carne y hueso, el que sale todos los días pensando en embasarse, en atrapar “normal” o arriesgando el físico. El que parece que ha estado toda su vida en el Parque Kukulán. “Soy feliz disfrutando”, comenta Obeso, “Guante de Oro” para jardín izquierdo en su primer año en Liga Mexicana.

Juegas en el Parque Kukulcán como si tuvieras diez años de conocer sus jardines…

“Gracias a Dios se ha ido dando todo. Es lo que siempre comento sobre la información que he recopilado del Kukulcán, busco ese tipo de ayudas, el clima, el terreno, para conocer y saber cómo moverme. Y me ha ayudado. Creo que por eso se ve todo como si fuera con comodidad. Y sí, me siento así, suelto, cómodo”.

Y te diviertes…

“Es parte fundamental de mi juego, de mi personalidad, de jugar alegre siempre. Eso ha caracterizado a mi persona, y no pienso dejar de hacerlo. Soy feliz así.

Eso puede servir para contagiar a los compañeros de equipo…

“Siempre es bueno para tenerlos así, para transmitirles buena vibra. No nos gusta tener malas vibras, malas caras, y lo que busco es hacer más ameno el trabajo. El disfrutar mi forma de jugar lo ven los compañeros y se contagian”.

Pasado el trago amargo, como has aceptado, del inicio difícil de la temporada pasada, y como cerraste, ganando el Guante de Oro, se te ve distinto, como otro Norberto Obeso.

“Fue muy difícil, como dijimos. Era equipo nuevo para mí, primera vez que iba a jugar en verano. Tenía que ganar mi puesto, hacer algo para que me voltearan a ver. Y se logró un poco, porque siento que me queda mucho para demostrar. Me gusta que disfruten el juego, como lo hago. Lo que pasó lo veo como parte del proceso”.

¿Te gusta la plaza? ¿Te gustaría hacer huesos viejos en Yucatán?

“Estoy con toda la disposición de hacer las cosas bien para que se me dé la oportunidad de hacer mi carrera en Leones. La plaza, la ciudad, son muy bonitas, todos lo dicen. Y se siente bien estando aquí”.

En lo beisbolístico, volteas y, del izquierdo al derecho, pasando por el central, tal vez tengamos con los Leones la mejor base mexicana del outfield…

“Sabemos el talento que hay allá atrás, confiamos en él, confiamos en nosotros. Volteas a ver al central y está JJ (Aguilar), yo confío en él, él confía en mí. También miras al derecho, y Yadir, que es un gran jardinero también. Sabemos qué tenemos, conocemos las fuerzas, las debilidades, todo el rollo lo tenemos bien ‘clintchado’. Y sí, creo que es una de las mejores bases de jardineros de la Liga Mexicana”.

Te gusta interactuar con los aficionados: ¿cuál es tu mensaje a ellos?

“Que sigan disfrutando del deporte, esto es para ellos, es un entretenimiento sano para la gente, para todos los que vienen a Mérida. Y la verdad tienen un equipo importante, hay buenas personas, muy buenas personas, no solo es el uniforme, sino quien lo porta, porque hay personas, son seres humanos. Eso es valioso para todos”.

El valor humano muchas veces no es visto como tal en los deportes.

“Pero siempre hay que verlo así: juegan seres humanos, personas que hacen su mejor esfuerzo, hombres que quieren crecer y trascender y llevar el pan a la mesa de sus familias. Y como deportistas, ser referentes para niños y grandes, que vienen a vernos jugar pensando en ser como nosotros”.

Personas que ganan y pierden partidos…

“Nos va a doler siempre no poder ganar, porque no siempre vamos a poder así, pero créanme, estamos trabajando para ser mejores día a día. Y nos duele no ganar”.

Obeso se va al dogaut a refrescarse y vuelve a salir al terreno de juego del Parque Kukulcán. Agarra una pelota a mano limpia y la pasa a un compañero sacándola desde atrás. Es lo que él quiere: disfrutar.