Menores bajan de un coche Victoria tras pasear en calles de Izamal
Salió abusado el ”ahijado”
Resulta que Roger Marín Martín, quien abandonó al PAN y ahora se muestra abiertamente en eventos de Morena, no salió en buenos términos de la nómina del gobierno del Estado y a eso se debe su repentino cambio de “vocación” partidista.
Anteayer publicamos en esta misma columna que el excandidato perdedor a la alcaldía de Hocabá en 2018 se ha visto activo en las últimas semanas como nuevo seguidor de Rogerio Castro Vázquez, después de que éste fuera destapado como precandidato a la gubernatura.
Nos aseguran que Marín Martín fue despedido como gerente jurídico de la Junta de Agua Potable y Alcantarillado de Yucatán (Japay) en condiciones nada agradables para él y, al verse sin futuro en el PAN, decidió probar nuevos aires en Morena.
Más solo se sintió, según nos comentan, porque su principal padrino político era Raúl Paz Alonzo y éste también tiene un pie fuera de Acción Nacional. Atrás queda el tiempo que disfrutó de las mieles del erario en puestos del Ayuntamiento de Mérida, en la delegación del IMSS de Campeche y, más recientemente, en el gobierno del Estado. Una muestra más de que las preferencias políticas cambian con el tiempo.
Hombre de confianza
Hablando de la Japay, su exdirector Sergio Chan Lugo tendrá ahora, desde la dirección del Instituto de Infraestructura Carretera de Yucatán (Incay), una encomienda nada pequeña: el desarrollo y la ejecución del proyecto de transporte eléctrico le-Tram, nueva vertiente del Sistema de Transporte Metropolitano Va y Ven.
Según nos dicen, el gobernador Mauricio Vila Dosal decidió sustituir al director anterior del Incay, Felipe Canul Moguel, y enviar a alguien de su confianza para poner en marcha lo que parecer ser uno de sus proyectos emblema, además de que también se necesitaba poner más orden en ese instituto. Canul Moguel, por cierto, quedó fuera del aparato de gobierno.