Continuará su lucha contra Weinstein
NUEVA YORK (EFE).-
Ashley Judd , una de las primeras en acusar al productor Harvey Weinstein de acoso sexual, sigue la lucha feminista que inició el “Me Too”.
“La demanda en la que estamos es para todos y se ha estado hablando sobre si la parte del acoso sexual se ha desestimado o no: en realidad va a ser escuchada”, explicó la actriz, en relación a la supuesta desestimación que un juez dio a su caso.
La intérprete inauguró la segunda jornada de “Women in The World”, en Nueva York, junto a otras activistas defensoras de los derechos de las mujeres, donde compartió su propia experiencia.

El testimonio de Ashley Judd sobre cómo Weinstein intentó sobrepasarse en un encuentro de negocios en un hotel de Beverly Hills en 1996 fue recogido a finales de 2017 por The New York Times, desencadenando una lluvia de acusaciones contra el productor, y la actriz lo expuso ante los tribunales en abril del año pasado.
Tras el rechazo del juez a la acusación del delito de acoso sexual -las de difamación y perjuicio económico siguen adelante-, Ashley señaló que ahora la corte de apelaciones evaluará “si, siendo él productor, fue criminal” que éste supuestamente la acosara sexualmente.
“No se debate si lo hizo; incluso él lo admite”.
Aplauden su testimonio
La cercanía de la actriz desencadenó aplausos del público -mayoritariamente femenino- que llenaba el Lincoln Center de la Gran Manzana cuando, preguntada por la popular presentadora Katie Couric, aseguró que se siente “agradecida” de haber hablado sobre el tema, no solo con las periodistas del Times, sino desde el principio.
“Conté la historia sobre el acoso sexual de Harvey desde el momento posterior”, indicó la activista, que se lo dijo a su padre primero y después “a todo el mundo, pero nadie era capaz de escuchar o quería hacerlo” hasta que surgió la oportunidad de la entrevista, hace casi dos años.
Crece su movimiento

Pese a que “Me Too” se acrecentó gracias a las voces de mujeres de Hollywood, para Ashley Judd el trabajo de “Time’s Up”, entidad de presión resultante, es para todos: acaba de llevar al Congreso de Estados Unidos un proyecto de ley llamado “Be heard (Sé escuchado)”, con una batería de propuestas contra el acoso sexual.
En el debate del evento organizado por Tina Brown, la exeditora de Vanity Fair, participaron también las autoras y activistas Rebecca Traister, Sarah McBride y Brittney Cooper, esta última contundente: “El feminismo no te quita nada, te da un lenguaje para luchar. El patriarcado es el problema real”.