Las relaciones comerciales entre Mérida y La Habana, y otros aspectos importantes como la migración y los fuertes nexos entre yucatecos y cubanos, salen a relucir en el libro “On The Cuban Embargo” de la autoría de Luis E. Varela Salazar, quien busca dejar un registro de acontecimientos importantes por medio de anécdotas de distintos personajes que tuvo oportunidad de conocer.

Está previsto que el libro se publique en enero de 2023, pero el autor hizo llegar a Diario de Yucatán un borrador del texto, ante el interés que siente que puede generar esta historia, en la que se menciona a muchos personajes de Yucatán y Cuba que estuvieron en Mérida o tuvieron una relación importante con los yucatecos.

Varela Salazar indica que el libro toca el punto de si realmente hay un embargo o no, si lo hay, cómo funciona y cuestiona si es real o se trata de una postura política.

Adelanta que el texto da la idea de que se trata de una mera postura política y no existe en realidad, pues Cuba está limitada por su propia pobreza, no solo por la falta de dinero, sino por el sistema económico que tiene.

Señala que el tema es de gran interés en Estados Unidos, razón por la que el libro se editará primero en inglés y será en ese país donde se presentará en enero de 2023, pero espera editar una versión en español que se dé a conocer el mismo año.

Comparte que “On The Cuban Embargo” rinde un homenaje al doctor Roberto Guzmán, quien fue su amigo durante décadas y era colega de sus primos.

La muerte de varios conocido exiliados asentados en Yucatán hicieron que se gestara una serie de pláticas entre amigos en la que recordaron muchas anécdotas sobre diversos personajes yucatecos y cubanos.

Fue así que decidió escribir esos recuerdos para que no se pierdan, pues tratan temas interesantes que tienen que ver con muchos aspectos llamativos de la historia de Mérida y La Habana, algunos en verdad sorprendentes, que abarcan desde 1965 hasta 2015.

De esta manera el libro se convirtió en una biografía de esas dos ciudades, en la que se habla de los nexos comerciales, pero también de la migración, de visitas como la de Raúl Castro a Mérida en 2015, y su estancia en la Quinta Montés Molina, que fue construida por un cubano; del período de casi un año en el que Fidel Castro vivió en Mérida; la intervención del entonces embajador de México en Cuba, Gilberto Bosques, que permitió se rescate la colección de artefactos más grande que existe de Napoleón fuera de Francia; la visita de José Martí a Mérida en la que le causó fascinación la cultura maya, y la consideración de que en la ciudad formó sus ideas americanistas que lo mueven a regresar a Cuba, donde se convierte en apóstol de la independencia de ese país.

También la intervención del doctor Guzmán, quien tuvo nexos comerciales con cubanos que huyeron de su país, que le dejaron a su cuidado algunas obras importantes del siglo XX, incluso una obra maestra de Juan Gris; o el episodio de Ricardo Rodríguez Presuel, quien llegó a Mérida como refugiado político y quien al paso de los años fabricó guayaberas para la élite del partido comunista en Cuba, incluido Raúl Castro, el hombre que lo mandó al exilio.

Historias como las citadas son parte del libro, en el que calcula menciona a unos 25 personajes yucatecos y cubanos.

La intención de Varela Salazar es que estos detalles de la historia que pocos conocen, no se pierdan, sino que queden escritos para la posteridad, y como una prueba fehaciente de la importante relación que Mérida siempre ha tenido con la Habana.— IRIS CEBALLOS ALVARADO

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