El yucateco Braulio Fernández fue nombrado en días pasados solista de la Compañía Nacional de Danza
El yucateco Braulio Fernández fue nombrado en días pasados solista de la Compañía Nacional de Danza

Si alguien le hubiera dicho a Braulio Fernández Manzanilla hace 10 años que sería un exitoso exponente de la danza clásica, quizá lo hubiera tildado de mentiroso, poco serio y hasta ofensivo.

Su afición era el fútbol y las actividades propias y cotidianas que disfruta un niño que apenas cursaba la primaria, nada que ver con la plasticidad del ballet.

Originario de Mérida y próximo a cumplir 21 años, el destino le tenía reservado algo demasiado especial en su vida, que lo llevaría a convertirse en días pasados en solista de la Compañía Nacional de Danza (CND).

Lo que en un principio se tornó en una suerte de “castigo” y hasta motivo de burla entre algunos de sus familiares, se convirtió en la raíz de algo especial.

Un proceso de crecimiento y madurez extraordinario para un chico que apenas se abría paso por la vida.

El ballet del que tanto renegó y hasta se escondía de él en un principio, terminó enamorándolo y seduciéndolo para crecer en fortaleza y talento, hasta alcanzar un nivel que le permitió posicionarse dentro de los exponentes nacionales de esta disciplina.

Ahora, se coloca en el privilegiado lugar de los solistas de la que es la máxima institución nacional de la danza clásica en nuestro país.

Nuevo compromiso

En una entrevista con el Diario, Fernández Manzanilla dijo sentirse muy feliz y emocionado de haber alcanzado ésta meta, misma que si bien es motivo de gran satisfacción, representa un nuevo compromiso para consigo y la danza, dando siempre lo mejor de sí para ir superándose en este demandante mundo.

Recordó que ha sido un proceso de arduo trabajo y sacrificio, con mucha disciplina y un continuo reto de dar siempre lo mejor, un extra y más.

“Me inicié en la danza desde muy pequeño sin siquiera pretenderlo, me inscribieron en una escuela donde debía tomar una formación artística de mi predilección y yo le dije a mi madre: ‘La guitarra’. Sin embargo, la situación económica no estaba nada bien como para comprar una guitarra, pero mi madre tenía una conocida que poseía una academia de ballet cerca de la casa y le pidió que me admitiera para cumplir con el requisito escolar”, manifestó.

“No fue algo que me consultaran, no era algo que me fascinara realmente, lo hacía por mero trámite, no me gustaba. Tenía que soportar las mofas de algunos miembros de la familia que decían que el ballet era solo para mujeres. Me incomodaba mucho que hicieran ese tipo de comentarios, aunque tengo que admitir que así también lo entendía, estaba en un sitio que no era para mí”, agregó el bailarín.

“Me escapaba de las clases, evadía la asistencia a las lecciones, escondía las zapatillas y me ponía los zapatos para ir a jugar fútbol. No obstante, llegó el momento en que todo se descubrió, mis ausencias no pasaron inadvertidas en ese primer año. A partir de entonces me advirtieron ‘o te alineas o no te certifican tu asistencia… Me tuve que aplicar’”, rememoró el joven.

“Como las clases se volvieron algo habitual en la academia de Danza de Alto Rendimiento, poco a poco le fui agarrando el gusto. Paulatinamente, llegaron las presentaciones y con ello el aplauso y el reconocimiento del público, estaba haciendo algo que disfrutaban y me encantaba eso. Me sentía bien conmigo mismo y entonces comenzó lo maravilloso, la oportunidad de viajar y participar en concursos en otras partes de nuestro país como la Ciudad de México o Córdoba, Veracruz”, subrayó.

Antes de lo que se lo imaginara, ya estaba participando en los selectivos de un reconocido certamen internacional, el Youth American Gran Prix en Nueva York, una de las competencias de talento en ballet para adolescentes de mayor prestigio en Estados Unidos.

Un gran apoyo

Solo pudo asistir gracias al apoyo que generosamente le brindaron empresarios en su calidad de patrocinadores. Ellos cubrieron la transportación aérea y el hospedaje. En esa ocasión llegó a semifinales. A pesar de que no ganó, entendió que ya no había marcha atrás, el ballet se convirtió en su todo y se comprometió en desarrollarlo en todas sus capacidades.

“El ballet es expresión y sensibilidad, fuerza y plasticidad, es la búsqueda de lo mejor. Cada giro, salto o paso debe estar cada vez más cercano a la perfección, eso me mueve a seguir superándome a mí mismo”, puntualizó.

Fernández Manzanilla aprendió a ser independiente a temprana edad, ya que su adolescencia transcurrió entre academias, escenarios y telones. A los 19 años audicionó por un puesto en la CND, en donde fue admitido en 2022 y se integró al trabajo junto con otros 70 bailarines de la misma.

“Cuando formas parte de la CND eres consciente de que la exigencia incrementa y la expectativa de la calidad de las ejecuciones es muy alta, al igual que la condición física, dominio escénico, disciplina y cuidado físico. Es increíble estar adentro, porque su labor es muy profesional” subrayó.

Apenas hace unos días, recibió la noticia de que había sido promovido a solista, otro importante logro en su meteórica y ascendente carrera en la danza clásica y un nuevo, formidable desafío para el ejecutante yucateco.

Su debut será en Campeche en el teatro “Paula del Toro, el próximo 5 de diciembre, a las 5:30 p.m. y 8 p.m., donde estará presentando el segundo acto del ballet de la Suite del Cascanueces, interpretando el papel de solista de los danzantes rusos.

Otros proyectos de la compañía donde estaría participando son “El Balcón del amor” del israelí Itzik Galili y “Milianio” de Irina Marcano.—Emanuel Rincón B.

Bailarín solista CND

Braulio Fernández se convirtió en bailarín solista de la Compañía Nacional de Danza.

Expresión y sensibilidad

En su opinión, “el ballet es expresión y sensibilidad, fuerza y plasticidad, es la búsqueda de lo mejor. Cada giro, salto o paso debe estar cada vez más cercano a la perfección, eso me mueve a seguir superándome a mí mismo”.

Consciente de la exigencia

Manifestó que “cuando formas parte de la CND eres consciente de que la exigencia incrementa y la expectativa de la calidad de las ejecuciones es muy alta, al igual que la condición física, dominio escénico, disciplina, cuidado físico, entre otros requisitos.

Debut

El próximo 5 de diciembre debutará con la compañía en el segundo acto de la Suite del Cascanueces, en el teatro Paula del Toro”, en Campeche.

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