El Holocausto es un tema que contamos y repetimos a nuestros hijos y al exterior con la idea de que al hablar de esto sepan lo que sucedió y las atrocidades que se pueden cometer cuando se deja que se levante el odio entre las personas y para contrarrestar esto, haciendo énfasis en fomentar la solidaridad y la tolerancia entre todos los seres humanos.

Así lo expresa Benjamín Mendelsberg, presidente de la Comunidad Judía de Mérida, al hablar sobre el Día Internacional de Conmemoración del Holocausto que se recuerda cada 27 de enero.

También indica que en Yucatán no hay la costumbre de hacer una actividad para recordar este hecho, pero uno de sus objetivos como actual presidente de la Comunidad Judía de Mérida, cargo que ocupa hace apenas cuatro meses, es realizar acciones de manera conjunta con el gobierno para hacer que los hechos ocurridos en la Segunda Guerra Mundial contra los judíos no se olviden.

Benjamín Mendelsberg dice que al interior de la comunidad judía la conmemoración de este día es muy importante, y por ello internamente mediante correos y chats recuerdan el Holocausto, comparten algunas historias que les han llegado por medio de las redes sociales.

Estos hechos los repiten a sus hijos, y también quieren externarlos a la sociedad en general para visibilizar cómo si deja que el odio se levante entre las personas se pueden cometer actos atroces, “puede ser algo muy peligroso”.

Por ello, señala que hay que ser más solidarios, tolerantes, “todos somos humanos, creados por un mismo Dios y a semejanza de Él, y como tal debemos comportarnos como hermanos todos, sin diferencias de razas o poblacionales”.

Asimismo, resalta que recordar lo que vivió la humanidad el siglo pasado, en la Segunda Guerra Mundial, en el Holocausto, es algo que a todos debe incumbir para que no vuelva a suceder.

El sufrimiento que vivieron los judíos en el holocausto no se puede expresar con palabras, indica.

Lo sabe por experiencia personal: una de sus tías, que falleció hace unos ocho años y fue sobreviviente del Holocausto, nunca quiso contarle a sus seres cercanos lo que vivió, era muy difícil para ella contar lo que había vivido. Solo cuando el cineasta Steven Spielberg estuvo por el mundo entrevistando a sobrevivientes del Holocausto y vino a México a entrevistarla supieron un poco más de lo que ella había pasado.

“Es una experiencia tal, que a sus seres cercanos la pueden platicar, pues es algo inconcebible, difícil explicar con palabras lo que sufrieron”.— IRIS CEBALLOS ALVARADO

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