La policía en Tailandia reprimió a miles de manifestantes encabezados por activistas en la capital Bangkok, quienes desafiaron el estado de emergencia. El primer ministro desechó las demandas de que renuncie.
Pese a las lluvias torrenciales, los miles de manifestantes se reunieron para exigir la renuncia del primer ministro Prayuth Chan-ocha, enmiendas a la Constitución y reformas de la monarquía.
La policía utilizó cañones de agua, se lanzó contra la multitud y dispersó a los manifestantes, espectadores y periodistas.