Cuatro empresas beneficiadas con créditos del Isstey
Cuatro empresas beneficiadas con créditos del Isstey
Botín de selecto grupo
Gracias a su cercanía con el entonces director del Instituto de Seguridad Social de los Trabajadores del Estado de Yucatán (Isstey), Ulises Carrillo Cabrera, cuatro empresas financieras privadas se apoderaron, desde el gobierno pasado, del negocio redondo que significa la privatización de los créditos que este organismo otorga a sus derechohabientes y que implica el manejo de cientos de millones de pesos.
Ahora el Isstey, al parecer, es la caja chica de un grupo muy escogido de empresarios privados vinculados al gobierno.
Éstos no llegaron al Isstey por medio de una licitación pública, sino por su relación con Carrillo Cabrera o con empresarios cercanos a él y al exgobernador Rolando Zapata Bello, según indicios obtenidos por Central 9, la Unidad de Investigación Periodística de Grupo Megamedia.
Su actuación al interior del organismo fue silenciosa y oscura. De sus actividades sabía solo un puñado de funcionarios del gobierno estatal y algunos miembros de su Junta Directiva, a quienes Carrillo Cabrera y sus sucesores en el cargo, Milagros Castro Alcocer y Gabriela Cáceres Vergara (Carrillo renunció el 9 de septiembre de 2016), tampoco daban muchos informes.
Se desconoce, por ejemplo, si estas empresas firmaron un convenio con el instituto y bajo qué términos.
Lo que sí está claro es que Carrillo Cabrera garantizó a esas empresas el pago de los créditos que otorgan a los trabajadores, mediante el descuento automático de los pagos vencidos y de los intereses y así poder cerrar el negocio redondo, situación que continúa en el gobierno de Mauricio Vila Dosal.
Fuentes extraoficiales, por cierto, señalan que Carrillo Cabrera —no obstante sus clarísimos vínculos con los gobiernos de Ivonne Ortega Pacheco, responsable de la catástrofe financiera del Isstey, y de Zapata Bello—, mantiene muy buenas relaciones con miembros del nuevo gobierno y hasta defiende sus proyectos en los espacios de prensa a su disposición.
Como hemos publicado, en 2014, ante la carencia de recursos financieros en el Isstey, producto del saqueo realizado a sus arcas por Ortega Pacheco, el director, Carrillo Cabrera, nombrado en el puesto por Zapata Bello, inició un proceso silencioso de “privatización” de los créditos de ese organismo destinados a sus derechohabientes, lo que propició el paulatino retiro de ese instituto de su obligación de dar créditos y el traspaso de esa responsabilidad a empresas particulares.
Éstas empezaron a otorgar préstamos a los burócratas locales con plazos de 12 a 48 meses y tasas de interés de 1.67 a 3.0 por ciento al mes.
Para estas empresas, estos préstamos, llamados “Plus”, significan un negocio redondo, ya que pueden acceder a una clientela cautiva, de más de 31 mil trabajadores necesitados de crédito, debido a virtual retiro de ese instituto de sus obligaciones crediticias con sus afiliados.