Las nuevas generaciones de celulares son cada vez más seductoras para la población: desde el público general hasta los más específicos como los gamers y empresarios tienen smartphones especialmente pensados para ellos gracias a la implementación de tecnologías que se han ido refinando con cada nueva entrega.

Las posibilidades que brinda un celular a día de hoy son increíbles, pero esto no evita que sigan siendo dispositivos que se dañan con facilidad, cuyos precios han ido incrementando considerablemente. Debemos y podemos darle más vida útil a un teléfono gracias a un uso más inteligente y cuidadoso.

Regla básica: tratarlo con cuidado

Los celulares son dispositivos muy delicados, a pesar de ser también los que más solemos tocar y manipular en el día a día. Son aparatos sofisticados, pero también frágiles que requieren que los manejemos con cuidado cada vez, haciendo que tomemos conciencia de que se pueden dañar con realmente muy poco.

Es evidente, pero también fácil de obviar cuando ya el celular tiene un tiempo después de haberlo comprado o si ya tiene algún rasguño. No vale lanzarlos a la cama, tener agua cerca de ellos o ponerlos en lugares desde los que se puedan caer con facilidad. Lo principal es tratar el smartphone con mimo constantemente porque lo requiere.

Aleja el celular de las llaves y objetos filosos

La pantalla y la carcasa son las partes que más sufren en el uso diario, sobre todo la primera. Pasar los dedos por encima para interactuar con el teléfono causa que aparezcan pequeños rayones que no se ven a simple vista. ¿Qué pasa si estos desperfectos son tan evidentes que no podemos usar más el celular con comodidad?

El dispositivo se tiene que usar y guardar de forma que no se raye tan fácilmente. Un error muy habitual es colocarlo en el mismo bolsillo que el de las llaves u otros objetos de metal con filo. Después de unos minutos, estos objetos van a causar rayones lo suficientemente profundos como para verlos a simple vista.

Por lo tanto, procura guardar el teléfono en un sitio en el que esté solo o únicamente con objetos suaves. Puede ser un bolsillo de tu pantalón en el que no haya más nada y sea lo suficientemente grande como para que no esté a presión constante, o en el de una mochila.

Agarra el teléfono con firmeza

Las caídas son el principal motivo por el que se dañan los celulares, incluso si las compañías se esfuerzan por hacerlos lo suficientemente resistentes a la mayoría de ellas. Es muy común que se caigan por el simple hecho de que se agarran con las manos varias veces al día durante horas.

Toma el dispositivo con firmeza cada vez que lo vayas a levantar de la mesa o sacar del bolsillo, aunque te parezca incómodo al principio. Asegúrate de rodearlo bien con los dedos, y eventualmente te acostumbrarás a tener este agarre, por lo que no lo vas a notar cuando pasen un par de semanas.

Algunas personas colocan una cadena en el pantalón amarrada al celular, de forma que no toque el suelo en el caso de resbalarse de las manos. Un pop socket también es útil porque te da más puntos de apoyo sobre el dispositivo, lo que hace que el agarre sea más firme sin aumentar el esfuerzo mientras se está usando.

Protégelo contra golpes

Ya hemos visto que es sencillo estropear un celular si no se trata con cuidado, pero seguimos siendo humanos y en cualquier momento podemos cometer cualquier error que dañe al dispositivo. La solución es simplemente protegerlo lo mejor posible de estos incidentes a la vez que los evitamos.

Para ello, lo mejor que se puede hacer es buscar una funda resistente en Fun Cases México. Podría ser cualquier otro sitio, pero la ventaja de esta tienda es que puedes elegir el diseño que quieras o buscar una foto y modificarla para mandar a hacer una funda a medida con un diseño propio.

Además, es una buena oportunidad para adquirir un pop socket porque también tienen diseños personalizados. En este caso, el pop socket se colocaría encima de la funda y no directamente en la parte trasera de la carcasa.

Nunca en el bolsillo trasero del pantalón

Los bolsillos delanteros de los pantalones de las mujeres tienden a ser bastante más espaciosos que los delanteros, así que es normal querer guardar el celular allí. A pesar de que parezca una opción apropiada, la verdad es que más bien se pone en riesgo el teléfono.

Es fácil sentarnos sobre el teléfono si lo llevamos en uno de los bolsillos traseros. Además, es donde resulta más fácil sacarlo para los carteristas sin que nos demos cuenta porque el celular queda en una posición cómoda para agarrarlo. Lo otro que podría pasar es dejarlo caer al agua en el momento de ir al baño, algo que pasa con bastante frecuencia.

Los demás cuidados son más evidentes: evitar dejar caer el dispositivo en el agua, no permitir que se caliente en exceso, no dejarlo en manos de los niños pequeños… Cualquier cosa que ponga en peligro el teléfono puede ser la causa de su muerte prematura en un golpe de mala suerte.

(I.S.)

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