Este grupo delictivo estaría implicado en al menos 20 homicidios registrados en la entidad en los últimos dos meses
PROGRESO.— Mejora el tiempo al disiparse los efectos del frente frío 23, la pesca se reanuda y también arriban paseantes para pasar el día en la playa del malecón luego de tres días de baja afluencia por el frío y las marejadas ocasionadas por el norte que azotó el viernes pasado por la mañana.
El mar amaneció en calma y con suficiente playa, poco sargazo, los meseros y encargados de palapas y sombrillas desde temprano limpiaron las áreas concesionadas para colocar mesas, sillas, camastros y sombrillas, pues los paseantes comenzaron a arribar al puerto a partir de las 9 de la mañana.
Meseros y restauranteros comentaron que el fin de semana la afluencia estuvo baja debido a que persistían los efectos del norte, mar picado y había frío, lo que desanimó a muchos visitantes a quedarse en la playa, así que los ingresos fueron bajos debido a las adversas condiciones del clima, pero a partir de este lunes al mejorar el tiempo, arribaron paseantes que rentaron camastros, sombrillas, y consumieron en la playa.
La actividad turística cobró vida de nueva cuenta en la playa del malecón, luego que viernes, sábado y domingo por el norte que azotó, la afluencia fue baja, los vientos y marejadas no permitieron la colocación de mobiliario en la zona costera.
Por otro lado la pesca se reanudó también este lunes, los ribereños salieron a pescar, los barcos de la flota mayor reanudaron la captura de especies de escama que se había suspendido desde el viernes cuando azotó el norte.
Los hermanos Óscar y William Azueta Peraza, de 68 y 69 años de edad respectivamente, con más de 60 años dedicados a la pesca de ribera, comentaron que en el muelle de Chocolate, ya no hay buena pesca como en años anteriores donde muchos progreseños acudían a pescar, pues ese atracadero ya está sobreexplotado, llegan muchas personas con tarrayas y sacan grandes cantidades de jaiba y otras especies.
Cuando era el famoso y otrora muelle de Pescadores, un atracadero de madera, se pescaba de todo, muchas familias sacaban para comer y hasta para vender, había jureles, chacchí, mojarras, meros y otras especies de escama, además de jaiba azul grande, pero todo eso ya se acabó, y mientras siga viniendo mucha gente, no se va a recuperar la pesca, dijeron.— GABINO TZEC VALLE
DiariodeYucatan