TICUL, Yucatán.— El horror, la angustia y la desesperación hicieron presa de vecinos que presenciaron como un menor de edad fue arrollado y arrastrado por un camión de carga, en el barrio de San Enrique.
El niño, de cuatro años, llegó con su padre y otra persona en un mototaxi a comprar tortas en un predio de la calle 23, entre 40 y 42 del mencionado sector. El papá del menor conducía el vehículo y pidió a su hijo bajara con su acompañante para pedir la comida en lo que él daba la vuelta.
Instantes después el menor se dio cuenta que no estaba su padre donde los había dejado y lo buscó con la mirada, encontrándolo a unos metros, pero al otro lado de la calle por lo que corrió a su encuentro sin darse cuenta que venía el camión transportista de cama “plana”.
A pesar de sus esfuerzos por no atropellarlo, el chofer impactó al menor y de alguna manera se atoró en el vehículo arrastrándolo varios metros, mientras el conductor intentaba controlar el vehículo luego de la repentina maniobra.
El papá y un particular trasladaron al niño al hospital, y el chofer se quedó en el sitio a la espera de las autoridades, que lo retuvieron precautoriamente para el posterior deslinde de responsabilidades.
Al parecer, el menor lesionado sufrió fracturas en ambas piernas.— (Por SERGIO IVÁN CHI).