Chaac le puso el alto a una de las Series del Rey más emotivas de los últimos años.

Ahora sí los pronósticos del clima se cumplieron tal cual los dieron los meteorólogos y será hasta el miércoles, si el tiempo lo permite, que Sultanes de Monterrey y Leones de Yucatán reanuden la batalla por el campeonato de la Liga Mexicana de Béisbol.

No habrá cambios, al menos no se anunció nada ayer, y Henderson Álvarez subirá a la loma por los melenudos para enfrentarse a Cristian Castillo, tratando de que el pitcheo siga mandando en esta serie, en la que ha habido pocas carreras, para beneplácito de los puristas, y muchas emociones.

La jornada de ayer al medio día, con sol a rajatabla y bochorno intenso, hacía presagiar algo así. Y poco después de las 5 de la tarde comenzó a azotar  la lluvia con fuerza. Pero el agua se detuvo y se tuvo una luz de esperanza de que habría partido, mientras los aficionados iban entrando a sus butacas. Colas larguísimas por todos lados, revendedores ofreciendo entradas.
Cerca de las 7, llegó el anuncio de la LMB: 8 de la noche la ceremonia, y 8:20 el playball.

Se colocó la Copa Zaachila sobre el área del pentágono, reluciente mientras los encargados del terreno hacían de las suyas, un trabajo de altísimos vuelos, dejando todo listo. Y cuando terminaban de pintar el campo, comenzó otra llovizna.

Al presidente de la Liga Mexicana, Horacio de la Vega, le llamó poderosamente la atención la forma manual y artesanal en que se pintaban las líneas de terreno de juego.

Juego pospuesto de los Leones de Yucatán

Tratando de acelerar, salieron los jugadores enfilándose en las líneas y se adelantaron los honores a la Bandera en el acto protocolario, con un gigantesco Lábaro Patrio en los jardines, el lanzamiento de la primera bola (por Jorge Díaz Loaeza, titular de la Secretaría de Desarrollo Social estatal), pero la lluvia comenzó a ser más fuerte y en lo que duró todo el acto de presentación, se tomó la decisión: apenas terminaron, se volvió a colocar la lluvia.

A las 9:41 de la noche salió la sexteta de umpires para anunciar lo que era bola cantada: juego pospuesto.


La plana mayor de la LMB estuvo presente, encabezada por De la Vega Flores, con los altos directivos de los equipos, Guillermo González Elizondo y José Maiz García, por los Sultanes, y Juan José y Erick Arellano Hernández, por los reyes de la selva. Todos se fueron empapados.

Chaac les dio de su lado a los meteorólogos. Ellos fueron los grandes ganadores de una noche de béisbol frustrada.