Un partido que parecía típico de estadios del centro del país terminó con los dos bullpens haciendo un trabajo que devolvió al béisbol el pitcheo bueno. Y los Leones de Yucatán, con notable mejora en varios puntos, esencialmente desde la loma, vencieron 10-7 a los Conspiradores de Querétaro, que se llevaron su acostumbrada ración de leña, en el Parque Kukulcán.

Antes del partido, el presidente ejecutivo de los melenudos, Erick Arellano Hernández, enfatizó que han hecho movimientos y vendrán algunas contrataciones más, afirmando además que “esto es béisbol” y “estamos a tiempo para que se engrane lo que no se ha engranado”.

De las caras nuevas, ayer subió a la loma Ronnie Williams, quien entró al juego con 8.77 de efectividad y récord de 0-3. Y pues el que alguna vez jugara con los Gigantes de San Francisco en Grandes Ligas hizo un relevazo de cuatro actos, con un hit y cinco ponches. Todo justo cuando parecía se venía el mundo encima tras una mala salida de Odrisamer Despaigne en relevo.

Los Leones, rompiendo su racha de cuatro derrotas, mandaron a abrir a Diego Serna, haciendo batería con Francisco del Campo. Se trata de dos chamacos de 16 años de la Academia del Pacífico, propiedad de los dueños de los Leones. Trabajaron a una entrada y a Serna le hicieron una carrera con tres hits.

Entró Despaigne y en dos actos aceptó seis carreras limpias. Para fortuna de todos, los Leones se soltaron a batear y tuvieron racimos de cinco carreras en las entradas segunda y tercera. Eso le dio relativa calma, pero los Conspiradores, que no tienen pitcheo, son maquinita de batear. Eso les complicó la existencia a los melenudos.

La mejoría en la ofensiva se está dejando ver. Wynton Bernard y Webster Rivas batearon jonrones, entre nueve hits del ataque total, que parecen pocos. La diferencia fue que ambos fueron de tres carreras. Muchos de los batazos grandes de las fieras en los últimos partidos habían sido sin gente en base.

Y volviendo al tema del pitcheo, entre los dos equipos anotaron sus carreras antes de la quinta. Era hit, tras hit, tras hit. Parecía que no se acabaría la vorágine de toletazos. Hasta que llegaron los relevistas: del lado león, entró Williams y colgó cuatro ceros; Edwin Escobar sacó dos tercios, Trevor Kelley un out y la novena, ahora sí, la despachó bien Michael Feliz, tras varios fallos.

También del lado de los Conspiradores se pusieron las pilas y a los Leones les pusieron cuatro innings sin admitir carrera.

Quizá hubo su jalón de orejas en el previo, con el alto mando presente en el Kukulcán, y por ello apretaron clavijas, como 11 años atrás pasó con Erick Arellano pidiendo disculpas a la afición por una mala racha.

El presidente ejecutivo dijo que seguirán los movimientos en aras de mejorar. Hay tiempo, afirmó, pero el barco tiene que enderezar antes de que sea tarde. El tercero de la serie lo abrirá Yoanner Negrín, el de la mala suerte, hoy a las 7:30.— Gaspar Silveira