Marcelo Pérez Rodríguez (*)
Las empresas fantasmas no son irreales, ni de otro mundo, existen, y deambulan en busca del erario público. No tienen una oficina de operaciones, van de casa en casa o se unen a otras empresas similares sin establecerse en ningún lugar.
Son almas sin pena que crean esas empresas de la nada y en un abrir y cerrar de ojos surgen los accionistas, operadores y administrativos que, con el apoyo de gobernadores, presidentes municipales o funcionarios de alto nivel, en un corto tiempo se convierten en proveedores millonarios.
El amiguismo, los conflictos de intereses y demás favoritismos son los estímulos primordiales para que estas empresas crezcan, se multipliquen y ofrezcan insumos y actividades diversas, ajenas, incluso, a los ofrecimientos iniciales.
Esta facilidad de obtener contratos millonarios, sin tantas inversiones, ni personal administrativo, ni local permanente como sede propician que estas empresas proliferen y hagan negocios turbios con las autoridades. Pero a pesar de estas irregularidades y de ser detectadas por el SAT no existen sanciones, ni castigos severos para estos abusadores.
De esta manera la corrupción se hace presente, pues estas empresas obtienen ganancias millonarias por los contratos recibidos envueltos en irregularidades, sea por altos costos, insumos de baja calidad o pagos dudosos.
En los gobiernos de Ivonne Ortega y Rolando Zapata las empresas de este tipo proliferaron y erosionaron el presupuesto con jugosos contratos o triangulaciones millonarias. A pesar de las investigaciones en su momento de Central 9, la Unidad de Investigación Periodística de Grupo Megamedia, y reconocer por parte de las autoridades competentes la existencia de estos grupos fantasmas, no hay hasta ahora sanciones ejemplares.
Nuevamente, el Diario da a conocer en estos días, a partir de nuevas investigaciones, la existencia de otras empresas fantasmas que operan desde hace unos años, principalmente Comercializadora Realza, que de una Sociedad Mercantil en 2015 se convirtió en principal proveedora de la Secretaría de Bienestar. Inició adjudicándose contratos y otorgando facturas por la venta de material eléctrico y de oficina, canastas navideñas y mantenimiento a edificios públicos.
Este tipo de empresas fantasmagóricas señalan domicilios sin habitar, no tienen una sede habilitada para sus funciones o ponen lugares que comparten con otros grupos, como esta Constructora Realza que manifestó espacios que compartieron con Constructores Roll de México, S.A. de C.V., y Edificadora Líder Mexyuc, S.A. de C.V., ambas empresas en la lista negra del SAT.
Diversas irregularidades se detectan en el primer contrato de Comercializadora Realza para el programa Sembrando Vida: “600 tambos de plástico con tapa y cincho de 200 litros”, con un costo de un poco más de medio millón de pesos, que irían a Papantla, Veracruz.
Sin embargo, hay contradicciones en las fechas de entrega y recepción de estos productos. No hay exactitud en los documentos, además de que la empresa yucateca carece de experiencia en la actividad agrícola y se desconocían operaciones fuera de nuestra entidad. En este contrato de 2019, la empresa estuvo representada por el apoderado Manuel Gaspar Evia Heredia.
Sale a relucir en esta investigación nuevamente la estrecha colaboración de esta empresa fantasma, Comercializadora Realza, con el Ayuntamiento de Kanasín, cuando el alcalde era Carlos Moreno Magaña, a quien la Auditoría Superior del Estado de Yucatán le hizo observaciones por pagos no justificados ni comprobados, principalmente en 2018, último año del gobierno priista de Moreno Magaña, en donde la Comuna erogó casi tres millones y medio de pesos por material de construcción sin documentos del proceso de contratación y sin constancia de situación fiscal.
Curiosamente, Carlos Moreno al dejar la alcaldía dejó al priismo, ingresó a Morena y fue alto funcionario de la delegación de la Secretaría de Bienestar y, sorpresivamente, como hombre fuerte de esta dependencia otorgó a fines de 2019 a Comercializadora Realza cuatro contratos de 728 millones de pesos.
Y desde antes, como alcalde de Kanasín, benefició a las tres empresas fantasmas, con las cuales desde priista tuvo nexos cercanos: Comercializadora Realza, Edificadora Líder Mexyuc y Operadora Comercial Avanza. Además, varios pagos fueron considerados no comprobados e injustificados por la Auditoría Superior del Estado de Yucatán.
Pero esas inconsistencias, abusos, conflicto de intereses, pagos no comprobados, contratos con favoritismos y demás irregularidades, a pesar de las investigaciones periodísticas y denuncias no hay investigaciones profundas de las autoridades correspondientes y castigos para esos personajes que crean empresas fantasmas para devorar el erario a toda costa.
Son fantasmas con bienestar porque se engullen millonarias ganancias de programas de atención social y gozan del apoyo de las altas autoridades. Ven tan fácil enriquecerse con estas empresas que las multiplican, además que no tan fácilmente las descubren las autoridades y si son detectadas no hay castigos ejemplares. Si no las ven, ni a los accionistas, ni operadores, entonces surge la pregunta: ¿existirán los fantasmas?— Mérida, Yucatán
marpero53@yahoo.com.mx
Profesor