“La educación os hará libres”.— José Martí
El 1 de septiembre de 2025, fue el inicio en el estado de Yucatán, del nuevo Ciclo Escolar 2025-2026, en el nivel de Educación Básica. Por las presiones ejercidas por la dirigencia de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) y por un acuerdo de la Secretaría de Educación Pública (SEP), se propuso que el inicio de clases del nuevo Ciclo Escolar en Educación Básica, sea el primer día de este mes “patrio”
En el receso escolar de este año, el estudiantado y los trabajadores de la educación tuvieron la maravillosa oportunidad de disfrutar un merecido descanso. Aunque pueda parecer increíble, muchas niñas, niños y adolescentes, en vez de ir de vacaciones julio y agosto, los pusieron a trabajar por sus padres, con la finalidad de obtener recursos económicos para apoyar el sustento familiar; por esa grave situación económica, numerosos jóvenes que no “pisaron” nuestras hermosas playas, prefirieron retornar a las escuelas, en vez de disfrutar los frutos de las “negociaciones” de los representantes de la presidenta de la República, Claudia Sheinbaum Pardo, con los líderes de la cúpula de la CNTE. En lo más álgido del movimiento magisterial, muchos ciudadanos mexicanos con alto sentido de preocupación se preguntaban: ¿Y los líderes del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), la organización sindical más numerosa y poderosa de América Latina, cuál fue el papel que ejercieron frente a las movilizaciones magisteriales de mayo, junio y julio? Una de las respuestas más contundentes: “los líderes del SNTE solo gastaron el tiempo, como dicen los chinitos: “oyendo” y “milando”.
Desde los primeros días del mes patrio, maestros pertenecientes a la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Yucatán (Cetey) hicieron correr la voz sobre una nueva reunión con autoridades educativas del gobierno del Estado; como estrategia de lucha se organizó un mitin en la Secretaría de Educación del Gobierno (Segey) con la finalidad de apoyar a los líderes que participarían ese día en la reunión de la Mesa de Negociaciones, y “presionar” a las autoridades de la Secretaría de Educación del Gobierno de la Segey, para que den a conocer los resultados de los puntos que se acordaron en la última reunión de la Mesa de Negociadora.
Desde mi ingreso al Sistema Educativo Nacional (SEN) el 1 de septiembre de 1965, hace 60 años, he participado en las luchas sindicales, es por ello que creo en la importancia de que las organizaciones gremiales deben proceder con postura firme al plantear las necesidades de los agremiados al SNTE, así como demandar mejoras al salario y prestaciones sociales y económicas para los trabajadores de la educación pública. La verdad es que debido en gran parte al entreguismo de los líderes “charros” del SNTE al gobierno en turno, poco o casi nada se ha logrado en los último 50 años.
En lo que no es fácil de aceptar y en ello estoy en desacuerdo, es en la propuesta de paros laborales y movilizaciones magisteriales en el inicio de un nuevo ciclo escolar, por los graves perjuicios que la suspensión de labores ocasionarían a las niñas, niños y adolescentes. Y qué decir de las inconformidades y enojos de las madres y padres de familia que, con grandes sacrificios compraron los útiles escolares, zapatos y uniformes, para que sus hijos asistan “contentos” y “felices” a sus clases. Las maestras y maestros yucatecos, deberían trabajar responsablemente sin abandonar su participación en las luchas. En la reunión informativa, los maestros expresaron sus emblemáticos mensajes: “¡Unidos venceremos!” “!Hasta la victoria siempre¡”
Es deseable que los maestros logren en tiempo y forma su meta de obtener una mejora en sus percepciones, así como la resolución definitiva de sus añejas demandas. Lo que preocupa a la sociedad yucateca, es que los maestros cumplan su propuesta de suspender clases en el “arranque” del nuevo ciclo escolar.
Sugiero con todo respeto a mis colegas que, pongan en práctica las mejores estrategias de lucha para lograr sus demandas, pero que traten a toda costa de no suspender labores, y no atenten en contra de los derechos constitucionales de los estudiantes.
Las maestras y los maestros yucatecos, deberían de confiar en la palabra y voluntad política del gobernador del Estado, Joaquín Díaz Mena y del Secretario de Educación, Juan Enrique Balám Várguez, quienes atenderán con justicia las justas y añejas demandas del magisterio. En el inicio del nuevo ciclo escolar: ¿continuarán los paros de labores del magisterio yucateco?— Mérida, Yucatán
*Maestro de la Universidad Pedagógica Nacional de Mérida
