Expertos analizan lo que se ofrece en el tema de salarios
CIUDAD DE MÉXICO (EFE).— Los candidatos presidenciales afrontan el reto de convencer a la ciudadanía de que su política laboral y salarial marcará, por fin, la diferencia en un país donde millones subsisten bajo una máxima: “No me alcanza”.
“Durante las campañas, los candidatos suelen ser muy generosos para ofrecer y muy reservados cuando se les exige el cómo, los mecanismos”, señaló Khemvirg Puente, coordinador del Centro de Estudios Políticos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Salario bajo
Un vistazo a las propuestas electorales de los candidatos arroja distintas soluciones al problema salarial en México, un país con 43.2% de población en la pobreza y un salario mínimo de 88.36 pesos, uno de los más bajos de América Latina.
No obstante, palabras como productividad y competitividad, cambio de modelo, mejora salarial, equidad o desarrollo se pueden leer y escuchar en la mayoría de las propuestas, sea cual sea el color político.
La aspirante independiente Margarita Zavala, esposa del expresidente Felipe Calderón, propone aumentar gradualmente el salario mínimo para que alcance la canasta básica, eliminar o reducir el Impuesto Sobre la Renta (ISR) en trabajadores con un salario menor de 15,000 pesos mensuales y hacer de México un “paraíso fiscal”.
El gobernador con licencia de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón, “El Bronco”, propone también disminuir el ISR y además el Impuesto sobre el Valor Agregado (IVA) e incluso eliminar el salario mínimo.
José Antonio Meade, el candidato del PRI, defiende la equidad salarial y apuesta por la inversión para generar más y mejores empleos.
Durante su etapa como secretario de Hacienda y Crédito Público celebró los aumentos al salario mínimo anuales —el último fue del 10.4 %— pero alertó de peligros de inflación si este crecía de manera exponencial.
Ricardo Anaya, aspirante por el PAN, aseguró que de ganar las elecciones del 1 de julio “nadie que trabaje duro y honestamente va a pasar hambre”.
Así, expone tres propuestas concretas: un acuerdo para que en diciembre de 2022 el salario mínimo alcance el nivel de la canasta de bienestar; una reunión desde el primer día de mandato con la Comisión Nacional de Salarios Mínimos para llevar este ingreso al nivel de la canasta alimentaria y cambiar el mecanismo para fijar dicho salario.
Por otro lado, Andrés Manuel López Obrador, que encabeza las encuestas con una diferencia de 20 puntos sobre Anaya, ha sido el más polémico al afirmar ante la Cámara Americana de Comercio en México que se debería homologar, “en la medida de lo posible”, el salario del país con el de Estados Unidos.
No obstante, en el documento Proyecto de Nación 2018-2024 de su candidatura, habla de una “recuperación paulatina” del mismo, que se logrará mediante “diálogo social y productivo” y una negociación colectiva “auténtica”.
Y de reducir la “brecha salarial” para jornaleros agrícolas frente a lo que se gana por el mismo trabajo en país con los que México tiene acuerdo comercial.
Inflación
“Son propuestas poco realistas, aunque tengan buenos sentimientos”, señaló Ulises Flores, profesor de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso).
Añadió que subir el salario mínimo para que se equipare a la canasta básica es “poco realista” porque a medida que esta suba también lo harán los alimentos debido a la inflación que se genere.
Además, subir las nóminas para equipararse a Estados Unidos quitaría “atractivo” inversionista a México, cuya mano de obra barata es uno de sus reclamos principales.
“No sería viable. Si los salarios no han subido es porque no se ha producido suficiente empleo”, apuntó el profesor de la Escuela de Gobierno del Tecnológico de Monterrey, Carlos Elizondo.
Para Elizondo, el problema en México radica en la coexistencia de cuatro mercados laborales; el del sector público, el formal, uno formal pero con uso “turbio” de la ley y el informal, en el que trabajan el 57% de los empleados mexicanos.
A esto se le suma un problema de “rigidez”, agregó.
Y otra realidad, muy pocas personas en el sector formal ganan hoy el salario mínimo, y en el informal, es difícil conocer qué tanto recibe un trabajador.
En este contexto, es difícil plantear cómo pueden subir el salario de manera generalizada en México, pues los expertos consideran que estos parecen atados a un modelo de desarrollo.
De todas las propuestas, las de López Obrador son las que más preocupan a la patronal mexicana.
Según Juan Pablo Castañón, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), “los salarios no pueden aumentarse por decreto, generan inflación. Los salarios crecen por productividad por el acceso al mercado y mejoramiento de productos”.