Revelan cuánto pagó el Cártel de Cali a Juan Gabriel por amenizar una fiesta en la que casi muere y podría salir en la nueva serie de Netflix
Revelan cuánto pagó el Cártel de Cali a Juan Gabriel por amenizar una fiesta en la que casi muere, ¿podría salir el tema en la nueva serie de Netflix?

El lanzamiento de una nueva serie documental de Netflix Juan Gabriel: Debo, Puedo y Quiero pone al Divo de Juárez nuevamente en el centro de la conversación pública y recuerdan el día que el Cártel de Cali lo contrató para amenizar una fiesta en la que casi muere, pero ¿cuánto le pagaron y cuántas canciones cantó?

El dato fue revelado por el propio hijo de uno de los líderes del grupo criminal que surgió en los años 70. Y es que la organización no escatimaba para ambientar sus reuniones privadas.

Ante la llegada de la nueva serie que llega a la plataforma de streaming este jueves 30 de octubre con cuatro capítulos, y profundiza en la vida surgen dudas si se abordará el hecho de cuando el famoso fue contratado por la organización delincuencial y en qué circunstancias ocurrió, ya que el documental echará mano de material inédito, testimonios y archivos que revelan luces y sombras de su trayectoria.

En paralelo, la Ciudad de México prepara un homenaje masivo con la proyección de su icónico concierto en Bellas Artes, prueba de la vigencia inquebrantable del ídolo popular.

A casi diez años de la muerte del compositor, el documental dirigido por María José Cuevas accede a imágenes y audios jamás vistos, exponiendo la verdad íntima del hombre cuya música rompió prejuicios y fronteras
A casi diez años de la muerte del compositor, el documental dirigido por María José Cuevas accede a imágenes y audios jamás vistos, exponiendo la verdad íntima del hombre cuya música rompió prejuicios y fronteras. Netflix

Por ello es que su nombre ha traído a la memoria colectiva otras anécdotas que rodean su leyenda. Entre estas historias está aquella en la que el cantante corrió peligro al asistir a una fiesta privada organizada por narcos colombianos.

Hijo de narco narra el episodio

La historia, narrada de primera mano por Fernando Rodríguez Mondragón en su libro “El hijo del ajedrecista” y en una entrevista que dio a la periodista Silvia Otero, publicada por El Universal el 5 de octubre de 2007, revela con crudeza el ambiente que se vivía en las fiestas privadas del Cártel de Cali.

Según su testimonio, los grandes capos acostumbraban rodearse de celebridades para celebrar momentos familiares y reforzar su imagen de poder

Aquella noche, Juan Gabriel fue contratado —sin conocer quién pagaba realmente su show— para cantar ante un selecto grupo de líderes del narcotráfico y sus familias.

Todo transcurría dentro de la normalidad hasta que, hacia el final de su espectáculo, José “Chepe” Santacruz le sugirió al cantante jugarle una broma a Gilberto Rodríguez Orejuela, el anfitrión de la fiesta.

La fiesta privada con un capo donde Juan Gabriel casi muere

Juan Gabriel, acostumbrado a interactuar con públicos diversos, optó por demostrar cercanía y, al concluir su actuación más emotiva, se dirigió al capo, le puso una mano en el hombro y le dio un beso en la mejilla.

El gesto, que en escenarios habituales resultaba agradable y arrancaba sonrisas, esta vez desató la furia del líder narco.

Rodríguez Orejuela reaccionó de inmediato, causando un ambiente ríspido en el salón de fiestas.

El relato apunta que solo la rápida intervención de otros capos, incluyendo al propio Chepe Santacruz, evitó que la situación se agravara.

“En 20 minutos él ya estaba viajando de regreso”, escribió Fernando Rodríguez Mondragón sobre la evacuación urgente de Juan Gabriel, llevado al aeropuerto para abandonar Colombia esa misma noche.

Según el testimonio, el incidente se resolvió rápidamente y el capo no mantuvo resentimiento hacia el cantante mexicano, comprendiendo que el beso no fue un acto premeditado ni dirigido a él de manera personal, sobre todo considerando que el artista no sabía con quién trataba realmente.

El día que un narco casi mata a Juan Gabriel en una fiesta donde lo contrataron
El día que un narco casi mata a Juan Gabriel en una fiesta donde lo contrataron

Otro encuentro de Juan Gabriel en fiestas de narcos

Existen la versión de otro encuentro similar, pero con otro grupo criminal donde estuvo presente Pablo Escobar, que fue narrado por la periodista Anabel Hernández en su libro Emma y las otras señoras del narco.

Eso habría ocurrido en una fiesta privada organizada por el narcotraficante mexicano Ernesto Fonseca Carrillo, alias Don Neto, líder del Cártel de Guadalajara y el festejo habría incluído apuestas en un reto para que Juan Gabriel besara al líder del Cártel de Medellín.

Sin embargo, el episodio vivido por Juan Gabriel en la fiesta del Cártel de Cali está documentado de manera directa en testimonios de Fernando Rodríguez Mondragón, hijo de Gilberto Rodríguez Orejuela, “El ajedrecista”, entonces líder del grupo criminal.

El vástago del capo también expresó que le resultaba extraño que algunos artistas hoy nieguen que actuaron para los integrantes del clan, pues hay fotografías y vídeos de recuerdo, para demostrarlo.

¿Cuánto le pagaron?

Fernando Rodríguez Mondragón reveló en la entrevista con El Universal que Juan Gabriel recibió 500 mil dólares por su actuación en la que cantaría 12 canciones, una suma que en ese entonces equivalía a unos 461 millones de viejos pesos mexicanos (aproximadamente 5 millones de pesos actuales).

Asimismo, platicó que, en contraste, también contrataron al elenco de El Chavo del 8, pero estos recibieron 220 mil dólares como pago total por ese evento.

En el caso del show infantil fue en 1986 cuando María Antonieta de las Nieves, Rubén Aguirre y Edgar Vivar fueron convocados para la primera comunión de la hija de José “Chepe” Santa Cruz, uno de los jefes del Cártel de Cali.

La negociación fue gestionada por Horacio Gómez Bolaños, hermano de Roberto Gómez Bolaños, quien fungía como representante del grupo.

La logística para llevar a celebridades mexicanas a estos eventos, según contó el hijo del capo colombiano, estaba a cargo de intermediarios como Larry Landa, un empresario que representaba a varios cantantes en aquel país y facilitaba acuerdos con promotores locales.

Se supone que todo ocurría a través de estos tratos indirectos que tantos artistas participaron en celebraciones organizadas por estructuras criminales, quedando al margen del conocimiento pleno sobre el origen del dinero y la identidad de los anfitriones.

“Nos contrataron por medio de terceros, y la contratación la hizo nuestro representante”, dijo De las Nieves en una entrevista años después, remarcando que el elenco no supo quién estaba detrás.