Todos nosotros somos llamados a entregar nuestra vida por Cristo, recordó este martes el arzobispo de Yucatán, monseñor Gustavo Rodríguez Vega, en la misa del cierre de la fiesta del Santo Cristo de las Ampollas, en la Catedral de Mérida.

No tenemos que morir de manera violenta como tantos mártires pero si tenemos que vivir día con día en los sacrificios que los buenos cristianos sabemos ofrecer y sobre todo no quedarnos en lo exterior como los fariseos del Evangelio que se preocupaban porque habían comido en vasos y platos que no habían sido purificados.

Que importa la purificación exterior, lo que importa es la pureza interior, la buena intención en todo lo que hacemos.

Hacer la cosas de corazón, hacerlas por convicción, tener una conciencia pura de quien hace las cosas siempre por amor a Dios y por amor a su prójimo, una conciencia limpia, un espíritu limpio, no sólo lo exterior, sino también y sobre todo lo interior, dijo el prelado.
San Pablo en su carta a los Romanos, acusa a todos aquellos paganos que no reconocieron a Dios.

Al contemplar la naturaleza bastaba pensar por un momento y saber que Dios era alguien superior a todo lo que se veía.
Y adorarán a Dios solamente no solo a las criaturas, no a las figuras de dioses que muchos de fabricaron porque esos dioses les permitían a los hombres pervertir y vivir en todo el desenfreno.

San Pablo se refiere al desenfreno sexual con el que marchaban ellos su cuerpo y hoy también, hay quienes viven así en forma desenfrenada sin ningún respeto a su propio cuerpo y al cuerpo de los demás.

La auténtica religiosidad descubre a Dios, la auténtica religiosidad respeta a Dios en todo momento; la auténtica religiosidad se vive espiritualmente por dentro y por fuera en todas las acciones que realizamos.

Cristo murió por nosotros y que tristeza ver muchos enemigos de la cruz de Cristo han querido destruirla a este mismo Cristo y otras imágenes han sido robadas, maltratadas, ofendidas de mil maneras pero ahí sigue nuestro signo de salvación que es la cruz gloriosa de nuestro Salvador.

Sigamos adelante con esta veneración de la cruz de Cristo, del Señor de las Ampollas sabiendo que nuestra veneración auténtica tiene que vivirse en una vida dispuesta al sacrificio, puntualizó el arzobispo.

No se trata de sufrir por sufrir sino estar dispuestos al sacrificio cuando el.amor nos lo pida, nos lo solicite por amor a Dios por amor a nuestros hermanos y así día con día podemos vivir ese martirio diario del testimonio de quienes por amor a Dios y amor al prójimo son capaces de sacrificar su tiempo, sus gustos, sus deseos para estar siempre al servicio de los necesitados y dando gloria a nuestro Señor.

En el inicio de la misa, el padre Justo Ceballos Uc, rector de la Catedral dijo que “nos hemos reunido a celebrar nuestra eucaristía, hoy que la Iglesia celebra la memoria de San Ignacio, nosotros hacemos la cerrada de nuestras fiestas en honor al Santo Cristo de las Ampolllas.”

Y acompañamos en su acción de gracias al gremio de Locatarios del Mercado Nuevo (el último que participó en la fiesta) Venimos por todos los oferentes del mercado y siempre su corazón generoso ayude a un mejor vivir a toda nuestra sociedad.

El sacerdote pidió por la salud del arzobispo Fabio Martínez Castilla, de Tuxtla Gutiérrez; padres Miguel Castillo Castillo, Víctor Verdin, Teodoro Baquedano Pech, diácono permanente Marco Anronio.Alcocer Aranda y de otras personas.
El diácono permanente Fernando Bermejo celebró con el arzobispo y el rector de la Catedral.

Luego de la misa se realizó la procesión del Santo Cristo de las Ampollas, alrededor de la Plaza Grande. Muchas perdonas vomoraron gajos de ruda, para tocar la imagen.
Detrás de la imagen que cargaron 8 custodios caminaron varias decenas de personas y representantes de los gremios que participaron en la fiesta.

La actividad concluyó con la veneración al Señor de las Ampollas quien recibio rezos del rosario, cantos del mariachi Kukulcán y la subida de la sagrada imagen a su nicho, al concluir la procesión alrededor de la Plaza Grande que se realizó entre cantos y el estallido de los voladores.

Al concluir el programa salió el último gremio de la fiesta en procesión y con sus estandartes. Antes del inicio de la misa el trío Hermanos Cano dedicó las “Mañanitas” y otros cantos al Santo Cristo de las Ampollas cuya fiesta se realizó en septiembre y octubre.