¿Qué tipo de colaborador eres: diva, capitán, fantasma, hormiga o abejorro? es la pregunta que nos invita a hacernos la psicóloga clínica Olga Lehmann en un artículo de la revista científica Nature.

La especialista relata que inventó los personajes de una diva, un capitán, un fantasma, una hormiga y un abejorro para plasmar las experiencias que vivió en un equipo de trabajo científico para dar sentido a los desafíos y conflictos que surgieron e identificar qué podría haber hecho de manera diferente.

“Hace algún tiempo, me encontré desahogándome de una colaboración difícil plasmando mis emociones en papel. Creé personajes con quienes tener diálogos imaginarios y usé el humor para distanciarme de la situación y ganar perspectiva. Luego reflexioné sobre cómo todos los integrantes del equipo habían contribuido al desastre en el que estábamos e hice un esfuerzo por asumir la responsabilidad de mis propias reacciones ante la situación. Finalmente, reflexioné sobre lo que podría hacer diferente en el futuro”, comparte en su artículo “Divas, capitanes, fantasmas, hormigas y abejorros: explicaciones de las actitudes de los colaboradores”.

Cinco actitudes colaboradoras

Como investigadora científica y psicóloga clínica, Olga Lehmann identificó “cinco actitudes colaboradoras” en su equipo de trabajo científico y cómo reacciona cada tipo de colaborador cuando surge un conflicto.

No obstante, estas cinco actitudes o disposiciones de una persona también se pueden observar en otros ámbitos laborales.

Las cinco actitudes colaboradoras que describe Olga Lehmann son las siguientes:

La diva

La “diva” aporta visibilidad a un proyecto porque ya ha publicado sobre el tema o está en portada de revistas. (En otros ámbitos laborales es quien es famoso por tener más conocimientos o más experiencia).

No obstante, a menudo estos colaboradores esperan ser coautores (de un artículo científico) por defecto, porque están inscritos en el proyecto; se presentan como inmensamente ocupados, esperan que los demás se adapten a sus calendarios, muestran poco margen de concesión o se apresuran a esbozar viñetas que otros necesitan. descifrar y elaborar. Cuando comparten sus conocimientos, pueden ayudar rápidamente a que el equipo se despegue.

El capitán

tipos de colaboradores capitán

El “capitán” da un sentido de dirección a un manuscrito (científico) y puede traer a todo el equipo con él cuando esté en su mejor momento. 

Su estilo autoritario se ajusta a la dinámica convencional supervisor-supervisado, en la que el supervisado recibe una lista de correcciones por hacer. 

Y si el trabajo contiene un error, el capitán lo comenta en lugar de corregirlo él mismo.

El fantasma

El “fantasma” aparece y desaparece. A veces estos colaboradores están disponibles y comprometidos, pero en ocasiones son difíciles de encontrar, lo que ralentiza la toma de decisiones y confunde al resto del equipo. 

Puede resultar difícil conseguir que esta persona asista a una llamada o a una reunión. Al final se ocupan de sus tareas, aunque se retrasen. Si hay un conflicto activo, su tranquilidad podría inspirar a otros a hacer una pausa y reflexionar.

La hormiga

La “hormiga” es confiable y está disponible. Incluso cuando estos colaboradores están ocupados, encuentran tiempo para una breve llamada o para responder una pregunta crucial por correo electrónico. 

Sus egos son pequeños y tanto sus contribuciones como sus comentarios son constructivos. 

También son conciliadores cuando surge un conflicto. Pero su neutralidad puede resultar frustrante y, a veces, no ayuda a resolver un conflicto.

El abejorro

El “abejorro” es trabajador, humilde y eficiente. 

Estos colaboradores responden rápidamente y se comprometen ante dilemas relacionados con plazos, cronogramas y tareas. 

Suelen sentirse más agobiados que otros cuando surge un conflicto

Si terminan asumiendo más responsabilidades de las necesarias para mantener el barco a flote, corren el riesgo de reaccionar exageradamente ante el incumplimiento de plazos o malentendidos.

Posiblemente, mientras leías las descripciones de Olga Lehmann te identificaste con un tipo de colaborador. Quizá, hasta clasificaste en alguna categoría a las personas con quienes trabajas o has laborado.

Contar con hormigas y abejorros es afortunado

No siempre tenemos la libertad de elegir con quién trabajamos, así que considérate afortunado si tu equipo incluye hormigas, abejorros o ambos, expresa Olga Lehmann.

Asimismo, la especialista recomienda: Trate de colaborar con personas que reflexionen activamente sobre los posibles sesgos de su pensamiento y que puedan llegar a acuerdos después de una discusión, o incluso admitir que estaban equivocados.

Además, la investigadora reconoce que “todos corremos el riesgo de mostrar actitudes propias de divas, capitanes y fantasmas cuando estamos estresados, desmotivados u ocupados. Además, el agotamiento puede estar a la vuelta de la esquina para las hormigas y los abejorros”.

La prevención y la atención de conflictos

También dice que es inevitable que surjan conflictos o malos entendidos en un equipo de trabajo y que lo relevante es no esperar a que surjan los problemas sino prevenirlos e, incluso, tener preparado un plan de acción.

Para esto, destaca, recomienda que los integrantes de un equipo tengan acuerdos de cooperación, los cuales son contratos que establecen algunas reglas generales de comportamiento, y que el supervisor del equipo invierta tiempo en reuniones periódicas de control, ya sea en persona o de forma remota como un correo, una llamada telefónica, una videollamada, etcétera.

Si te interesa conocer otras recomendaciones de Olga Lehmann, puedes leer su artículo completo publicado esta semana en Nature aquí.

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Flor de Lourdes Estrella Santana es Licenciada en Educación por la Uady. Ingresó a Grupo Megamedia en el año 2000. Ha sido reportera, redactora y editora. Escribe contenidos generales, especialmente...