Lo que hoy conocemos como Ateneo Peninsular es un edificio cuya construcción se inició en el siglo XVI y concluyó en el XVII como palacio arzobispal; al principio fue de una planta, en el XVIII se construyó la segunda y albergó al Seminario de San Ildefonso. Durante el gobierno de Salvador Alvarado se separa de la Catedral, y se construye el Pasaje de la Revolución, con dos arcos y un techo de hierro y cristal.
Alvarado convirtió el edificio en un “Ateneo” para que la población pudiera tener acceso a educación artística. Con el tiempo este uso se fue diluyendo y el edificio tuvo un uso heterogéneo, albergando dependencias de gobierno y establecimientos comerciales; en 1993 en parte del edificio se instala el Museo de Arte Contemporáneo.
El Ateneo significó un gran cambio en la Plaza Grande; con el Olimpo, es el edificio más representativo de la arquitectura del siglo XX en nuestra plaza. El primero representa un logro revolucionario y la soberanía del poder gubernamental sobre la Iglesia; el segundo, la mejor arquitectura yucateca de fines del siglo pasado y refuerza la vocación de Mérida como centro cultural peninsular.
La Secretaría de Cultura y el INAH, con el apoyo de Fonatur y el gobierno de Yucatán, trabajan en la restauración integral del Ateneo y en su replanteamiento como recinto cultural polivalente. El histórico inmueble por varias décadas ha estado en relativo abandono y ocupado parcialmente por actividades ajenas a su valor patrimonial.
Ahora ha sido recuperado por el gobierno federal y será rehabilitado para el disfrute de la población de Yucatán y de los miles de viajeros nacionales y extranjeros que visitan Mérida.
A la fecha se tiene un avance considerable en la restauración general del edificio, sin duda uno de los más emblemáticos de Mérida, con el beneplácito y admiración de la sociedad yucateca.
En el nuevo Ateneo se desarrollarán actividades académicas, artísticas, científicas, de protección y resguardo patrimonial. El proyecto considera la instalación de un laboratorio y un taller de restauración de materiales arqueológicos; una sala de exposiciones en torno a las labores de salvamento arqueológico realizadas en el Tren Maya, una sala de sitio sobre el inmueble, así como el Museo de Historia del Pueblo de Yucatán.
Se instalará la ventanilla única del INAH para atender trámites vinculados con la zona de monumentos históricos de Mérida, una tienda-librería, con venta de artesanías y un café-restaurante para el disfrute del público.
En el momento actual se está trabajando en la planta alta y la idea es que, en este espacio, convivan el Macay y el Museo de Historia del Pueblo de Yucatán.
El Museo de Arte Contemporáneo, con tres décadas de existencia, ha jugado un papel importante en el desarrollo cultural de Yucatán; además de su colección permanente, que rinde homenaje a tres de nuestros grandes pintores, ha realizado importantes exposiciones de artistas internacionales, nacionales y locales de reconocida trayectoria.
Además, el Macay realiza una importante actividad educativa, exposiciones escultóricas y actividades de difusión cultural por diversos medios y en ocasiones ha realizado exposiciones extramuros, sobre todo de escultura en el Paseo Montejo.
¡Felicidades al Macay por 30 años de inspiración y creatividad! Durante tres décadas has sido un faro que ilumina nuestras mentes y corazones con obras innovadoras y provocativas. Tu vocación por promover el arte moderno y contemporáneo ha enriquecido la vida cultural de Yucatán y has dado testimonio de compromiso con la excelencia artística.
Las tres décadas del Macay coinciden con la intervención integral que hoy se realiza en el Ateneo, significará un renacimiento del museo de arte contemporáneo y sin duda le generará sinergias con los otros espacios del Ateneo, que se convertirá en un gran centro cultural de vanguardia, orgullo de Yucatán y de todo México.
Promotor cultural.