Sonará la Quinta de Gustav Mahler el fin de semana con la OSY

Un gran viaje de la oscuridad hacia la luz es el que ofrece Gustav Mahler a través de su Quinta Sinfonía, una obra que el público podrá escuchar con la interpretación de la Orquesta Sinfónica de Yucatán, que para este programa contará con algunos músicos invitados, dadas las exigencias de la pieza.

Será pasado mañana viernes, a las 20 horas, y el domingo, a las 12 horas, cuando la OSY se presente en el Palacio de la Música para interpretar esta gran obra del repertorio académico.

José Areán, director artístico de la Sinfónica, comparte que Gustav Mahler es quizá uno de los músicos más complejos que ha existido y eso queda plasmado en su música; “es fascinante”.

“Mahler nunca se acaba, sales de escuchar una de sus sinfonías y no dices ‘qué bonito estuvo’, sino que hay algo mucho más, es una experiencia transformadora, que te confronta, que te abre los ojos, que te enternece profundamente, que te engrandece y te hace ver esferas emocionales que nunca te habías imaginado en la música”, señala.

Sobre la Quinta Sinfonía del compositor, explica que comienza con una trompeta sola, como una marcha fúnebre, que recuerda a la Quinta de Beethoven y es que el compositor hace de esta manera un saludo al músico alemán, a quien admiraba.

Detalla que esa primera marcha se convierte en otras cosas durante el transcurso del movimiento, que no es muy largo, y que es seguido por un segundo movimiento muy vivo, que parece que fuera la segunda parte del mismo movimiento. Está lleno de inquietud y tiene algunos bosquejos de lo que se oyó en el primero.

El tercer movimiento, apunta, es un Scherzo, que normalmente es un juego en las sinfonías tradicionales, como las de Beethoven y Mozart, pero en el caso de Mahler es uno muy largo, en el que tiene una parte solista muy importante el primer corno de la orquesta, en este caso Juan José Pastor.

Papel destacado

Areán recuerda que en el Scherzo de la Cuarta Sinfonía de Mahler es el violín el que tiene mucha participación, pero en esta Quinta la tienen los cornos.

Ese tercer movimiento circula entre lo grotesco y lo sarcástico hasta las danzas tradicionales de Austria, lentas, tipo vals, “una danza muy linda, campesina, muy noble”.

Enseguida llega el cuarto movimiento, el Adagietto, “que todos conocen, a lo mejor no por nombre”, pero cuando lo oyen enseguida se dan cuenta que lo han escuchado antes.

Resalta que fue una de las primeras obras que se popularizaron de Mahler. En Londres, por ejemplo, se tocó el Adagietto antes de tocarse completa la Quinta Sinfonía, pues es un movimiento muy hermoso, básicamente cuerdas, y el arpa tiene una presencia importante.

Areán enfatiza que el Adagietto fue utilizado en la película “Muerte en Venecia” de Luchino Visconti, que explora el amor humano, y en parte por ello la música resulta muy conocida.

En cuanto al quinto movimiento, el director indica que es muy esperanzador, lleno de luz, triunfal, se utilizan las trompetas, a los trombones, los cornos con unas grandes fanfarrias, y termina de una manera enorme con una afirmación.

“Es una Quinta que, al igual que la Quinta de Beethoven, comienza con dudas y oscuridad, y es un largo viaje de la oscuridad hacia la luz, donde culmina con una afirmación de vida. Es un gran viaje esta sinfonía”.

Sobre los requerimientos de la pieza, Aréan apunta que se necesitan seis cornos en vez de los habituales cuatro, además de cuatro flautas, en vez de las tres usuales; cuatro trompetas, cuatro trombones y el arpa.

Por ello, para los dos conciertos se contará con la participación de músicos invitados de Atlanta, Ciudad de México y Xalapa.— IRIS MARGARITA CEBALLOS ALVARADO