WASHINGTON.- Tras el último tiroteo que dejó 22 muertos en un supermercado Walmart de El Paso, Texas, la cadena minorista más grande de Estados Unidos, anunció este martes que dejará de vender munición para armas cortas.
La cadena comercial pondrá fin a las ventas de este tipo de munición una vez acabe con su inventario actual.
“Es una situación compleja para la que no hay una solución simple, estamos tratando de tomar pasos constructivos para reducir el riesgo de que eventos como ese puedan volver a ocurrir”, explicó Doug McMillon, director ejecutivo de Walmart, através de una carta enviada a los empleados.
“El status quo es inaceptable“, agregó.
Otras medidas adoptadas
La empresa también informó que dejará de vender revólveres en Alaska, el único estado del país donde todavía lo hace.
En los estados donde está permitido portar armas, Walmart solicitará a sus clientes no llevar armas a la vista en sus establecimientos.
McMillon aseguró que el “Congreso y el Gobierno deben actuar”.
“Instamos a los líderes de nuestra nación a avanzar y fortalecer el acceso a los controles de antecedentes y retirar las armas de aquellos a quienes se ha determinado suponen un peligro inminente”, dijo el ejecutivo.
Venta de armas largas
Sin embargo, Walmart no dejará de vender en sus establecimientos armas largas, como rifles, y munición para ellas.
“Tenemos una largo legado como empresa que sirve a cazadores y deportistas responsables, y vamos a seguir haciendo eso”, indicó McMillon al explicar la decisión.
“Entendemos ese legado (…) y nuestra influencia como el mayor minorista del mundo y la responsabilidad que viene con ello”, subrayó.
La mitad de las 4,700 tiendas de Walmart en EE.UU. venden armas de fuego.
El tiroteo en El Paso del 3 de agosto ocurrió horas antes de otro en una popular zona de ocio de la localidad de Dayton, Ohio, que se saldó con nueve muertos.
El pasado día 31 de agosto, siete personas fallecieron y 25 fueron heridas en Odessa, Texas, en otro tiroteo, cuyo autor fue abatido por la policía.
Esos ataques han revitalizado el debate por la necesidad de endurecer el control de armas en EE.UU., donde el Congreso lleva más de dos décadas sin aprobar una ley que limite significativamente la posesión de armas, en parte debido a la influencia de la poderosa Asociación Nacional del Rifle (NRA).
