A unas horas que Mérida sienta los efectos del huracán “Grace” los ciudadanos empezaron a tomar sus previsiones en sus hogares, pero hasta esta tarde no se veían las “compras de pánico”.
El movimiento comercial en supermercados aumentó durante el día y se espera que más tarde alcance su máximo, pero sin que llegue a las “compras de pánico” porque muchas familias hicieron su “súper” de la semana o quincena el sábado y domingo.
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“No es por el huracán, es mi compra de la semana”, informó un cliente de Chedraui Oriente cuando descargó el carrito lleno de mercancía en la cajuela de su camioneta.
Este comercio tuvo un muy buen movimiento para ser media semana, lo que se atribuye a la llegada de “Grace”.
Sin largas filas ni desabasto de productos
Sin embargo, no se vieron filas muy largas ni que estuviera rebasada la capacidad del lugar o el abasto de productos.
Similar situación se vio en otros supermercados del oriente de la ciudad, donde funcionan otras cadenas comerciales, como Soriana y Aurrerá, pero fue evidente que aumentó la clientela en estos comercios.
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Los que tuvieron un día normal, al menos hasta las primeras horas de la tarde, fueron las ferreterías y comercios que venden pintura e impermeabilizantes, maderas y alambres.
No hubo la fiebre de compra de materiales para proteger los techos de las viviendas ante la posible llegada de las lluvias intensas y prolongadas como ocurrió con las tormentas “Cristóbal”, “Gamma”, “Delta” y “Zeta”, que afectaron el año pasado a Mérida.
Durante un recorrido por las zonas comerciales se observó que la gente no acostumbra comprar tabla roca para proteger las ventanas.
Retiran publicidad que puede resultar peligrosa
Los negocios que tienen instalaciones de páneles solares en los techos continúan armados.
Sin embargo, sí retiraron varias estructuras de publicidad tipo unipolar y espectaculares o arrollaron las lonas de los anuncios en previsión de que representen peligro o se dañen por los fuertes vientos.
La estación de venta de gas doméstico en el Anillo Periférico Oriente tuvo un aumento en la clientela.
Sorpresas buenas y malas para los clientes
Por cierto, quienes llenaron sus cilindros de 20 kilos se llevaron la sorpresa que el precio disminuyó por el control que ordenó el presidente Andrés Manuel López Obrador y el anuncio de la entrada en operación de Gas Bienestar.
Quienes comparan sus recibos de pago vieron que el 31 de julio el cilindro de 20 kilos fue de $553.53 y hoy es de $454.58, un ahorro de $98.95 por cilindro.
Pero las familias también se llevaron una desagradable sorpresa en su avituallamiento para enfrentar a “Grace” pues el garrafón de 20 litros de agua purificada subió $1.
En una popular cadena comercial yucateca costó $34 cuando días antes era de $33 el botellón.