Saide Martín Xool, vendedora y fabricante de dulces tradicionales, en su local del mercado Lucas de Gálvez
Saide Martín Xool, vendedora y fabricante de dulces tradicionales, en su local del mercado Lucas de Gálvez

La venta de mazapanes de pepita, rompemuelas de coco y garapiñados, entre otros dulces tradicionales que se consumen mucho en octubre y noviembre con motivo de la instalación de altares de muertos, en realidad son el sustento diario para muchas personas.

“Este tipo de negocio es un poco difícil porque, aunque se tenga un lugar fijo, en temporada (de finados) hay gente que no se dedica a esto, pero aprovecha la demanda y se ponen a vender por todos lados”, comenta Saide Martín Xool, vendedora y fabricante de dulces tradicionales en un local del mercado Lucas de Gálvez.

“Con el aumento de la competencia bajan las ganancias, a veces hasta a un peso por dulce”, añadió.

A comercios establecidos como el suyo les afecta más la competencia de los ambulantes porque tienen que pagar renta por el local, además de luz y agua.

Petición

Por eso Saide hace un llamado a la gente a que consuma en locales establecidos, pero sobre todo a que valoren el trabajo para ofrecer productos de calidad.

“Traten de comprar en los negocios locales establecidos, esos que pagamos renta y que vivimos de esto todo el año. Nuestra temporada alta (de ventas) es de septiembre a enero y las bajas son entre marzo y agosto”, expresó.

“Lo que más pide la gente son los dulces de coco, los de pepita y los mazapanes”.

En su caso, explicó que la elaboración de los dulces requiere inversión económica, tiempo y experiencia para que la cocción sea óptima y el dulce no quede ni muy suave ni muy duro.

“Mi papá me enseñó desde cómo administrar hasta cómo cuidar los dulces de temporada para que no se echen a perder. Los dulces también tienen sus días y eso no lo sabe mucha gente, a veces lo barato sale caro”, dijo.— VANESSA ARGÁEZ CASTILLA

Al hablar de su papá cambia su semblante, puesto que aún es reciente su fallecimiento, el 20 de octubre pasado. “Desde hace más 15 años tenemos el negocio de la fabricación de dulces locales y venta de nacionales, creamos los de coco, los rompemuelas… Trabajar en esta época sin la persona que me acompañaba siempre es un reto difícil, aunque él me enseñó cómo manejarlo poco a poco”.

Agregó que su papá era muy conocido en el mercado. “Hay personas que vienen preguntado por él y les digo que ya no está, pero vamos a seguir su legado, los vamos a seguir atendiendo y ofreciendo precios accesibles”.

El negocio de Saide también vende al mayoreo a otros comerciantes, porque “somos como una distribuidora”.

Dulcera Pérdida

Al hablar de su papá cambia el semblante de Saide Martín, puesto él falleció el 20 de octubre pasado.

Labor

“Desde hace más 15 años tenemos el negocio de la fabricación de dulces locales y venta de nacionales, creamos los de coco, los rompemuelas… Trabajar en esta época sin la persona que me acompañaba siempre es un reto difícil, aunque él me enseñó cómo manejarlo poco a poco”, dice.

Legado

Agregó que su papá era muy conocido en el mercado. “Hay personas que vienen preguntado por él y les digo que ya no está, pero vamos a seguir su legado, los vamos a seguir atendiendo y ofreciendo precios accesibles”.

Al mayoreo

El negocio de Saide también vende al mayoreo a otros comerciantes, porque “somos como una distribuidora”.

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