El Covid-19 nunca se fue, continuará enfermando a la población y provocando fallecimientos, advirtió el médico especialista en inmunología clínica y alergias, Manuel Baeza Bacab.

La UNAM, como publicó el Diario el 31 de julio pasado, advirtió que existe un aumento de número de casos activos del Covid-19 en el país, aunque el gobierno mexicano y la Organización Mundial de la Salud, declararon el fin de la pandemia.

La UNAM solicitó a sus miles de alumnos y a la sociedad mexicana que regrese a los hábitos de higiene, cuidado de la salud igual como al inicio de esta pandemia y utilizar el cubrebocas en todo momento si presenta síntomas de enfermedades respiratorias.

Entrevistado sobre esta alerta de la UNAM, el doctor Baeza Bacab, quien da seguimiento a la pandemia y analiza la situación de la pandemia en Yucatán, dijo que el cubrebocas es una herramienta útil para el personal, los pacientes y la salud pública por lo que se debe valorar su uso frecuente.

Incrementa el número de casos de Covid-19 en el mundo

Recordó que en las últimas semanas algunos países como Estados Unidos, Reino Unido y Japón reportaron incrementos en el número de casos de Covid-19. Incluso, la semana pasada los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos informaron acerca del incremento en los ingresos hospitalarios por Covid, las visitas al departamento de urgencias, la positividad de las pruebas y los indicadores de restos virales en las aguas residuales. Sin embargo, a pesar de que la mayoría de las hospitalizaciones ocurrieron en personas mayores, las muertes continúan disminuyendo.

A pesar de lo anterior, los expertos predicen que cualquier aumento del número de casos por Covid-19 en este verano probablemente no será grave ni prolongado, lo que también podría ocurrir en el invierno “aunque no sabemos lo que nos espera”. Lo anterior ha llevado a considerar el uso de cubrebocas en lugares públicos o en ciertas situaciones y que se preste atención a cualquier síntoma respiratorio, que las personas se realicen pruebas de detección para ayudar a prevenir una mayor transmisión o buscar un tratamiento oportuno, especialmente aquellos con alto riesgo de complicaciones, sin embargo, todavía no ha ocurrido algún cambio en la política del retiro de la mascarilla protectora.

¿Regresó el Covid-19 a México?

“No puede regresar algo que nunca se fue”, dijo. “El Covid-19 llegó para quedarse por siempre, con mesetas y picos, que continuará enfermando a la población y provocando fallecimientos. Recientemente la UNAM llamó la atención acerca del incremento del número de casos en el país y la necesidad de tomar medidas preventivas: el uso de cubrebocas y el aislamiento.

Podemos añadir que el aumento parece estar impulsado por el comportamiento humano, pues seguramente un mayor número de personas viajaron este verano, abandonando sus círculos sociales, lo que ayudará a que los virus encuentren nuevos anfitriones cuando los vacacionistas regresan a casa con un equipaje indeseable”.

En Yucatán no conocemos el estado actual de la infección por SARS-CoV-2 pues el último informe de las autoridades de salud fue el 30 de junio de este año”, recordó. “Esos informes muestran que en la primera quincena de junio los casos se duplicaron en comparación con el mes previo, pero de nuevo volvieron a disminuir. Sin embargo, existen informes que señalan que las pruebas de laboratorio positivas para Covid-19 se han incrementado, pero donde no ha ocurrido cambios es en el número de defunciones: una cada dos semanas, lo que nos dice que Covid-19 seguirá siendo una de las principales causas de fallecimiento”.

El doctor Baeza Bacab recordó que a mediados de julio se retiró la última medida preventiva contra SARS-CoV-2 en Yucatán: el uso de cubrebocas dejó de ser obligatorio en las unidades de salud, ahora es voluntario. Lo que ha llevado a que los pacientes y sus familiares estén acudiendo a consultar sin cubrebocas cada vez en mayor número. 

Con relación al retiro del cubrebocas en el sector salud, en varios países se han reportado incremento de casos de Covid-19 y otras infecciones respiratorias. Hace unos días se publicó un trabajo de la Escuela de Medicina de Harvard donde se señala que a los hospitales acuden personas vulnerables debido a enfermedades agudas y crónicas, quienes pudieran ser más propensos a contraer alguna enfermedad transmisible a causa de sus comorbilidades, lo que ocurre con frecuencia en los hospitales, y finalmente, el fenómeno del “presentismo” en los trabajadores de la salud: ir a trabajar a pesar de sentirse enfermo. Incluso durante la pandemia,
algunos sistemas de atención médica informaron que el personal diagnosticado con SARS-CoV-2 trabajaba mientras presentaba síntomas.

Los cubrebocas en los centros de salud sigue teniendo sentido, pues reducen la propagación viral respiratoria de personas con infecciones reconocidas y no reconocidas, como SARS-CoV-2, influenza, virus sincitial respiratorio y otros virus respiratorios que pueden causar infecciones leves y asintomáticas, por lo que es posible que el personal o los visitantes no se den cuenta de que están infectados, y sabemos que las personas asintomáticas son contagiosas y pueden propagar infecciones.

Lo más recomendable es un enfoque conservador que evalúe el uso del cubrebocas de acuerdo con datos, cada vez menos disponibles, del estado del Covid-19, aunque parece más aceptable equivocarse con el uso de cubrebocas en entornos de pacientes hospitalizados como ambulatorios, ya que se ha demostrado que son efectivos, económicos, con poca molestia y aplicables para la profilaxis de infecciones transmitidas por el aire y por gotitas además del Covid-19.  Lo que les sigue confiriendo la etiqueta de una herramienta útil para el personal, los pacientes y la salud pública.

Asimismo, la recomendación de su empleo en personas con infecciones respiratorias, tal como sugiere la UNAM, parece un abordaje razonable.

En otras condiciones no se puede recomendar el uso del cubrebocas en público porque los casos aún son muy bajos, pero si los números aumentan debería de considerarse.

¿Será necesario vacunarnos?

Los países de primer mundo como Estados Unidos iniciaron los preparativos para hacer frente a un posible aumento de casos en el invierno, por lo que se espera que la FDA autorice en septiembre entrante una vacuna actualizada para ayudar a reforzar la inmunidad y prevenir una ola de gran magnitud de covid. Este nuevo biológico estará dirigido a la subvariante XBB.1.5 de
Ómicron, por lo que se espera que pronto se recomiende a los estadounidenses se vacunen contra el Covid-19.

En México estamos a la expectativa, al parecer, solo se cuenta con las vacunas a base de la cepa original, como la Abdala y probablemente la Patria, las cuales son de menor eficacia para las nuevas cepas del SARS-CoV-2.

Aunque todavía queda la esperanza que el gobierno adquiera las nuevas vacunas para proteger a la población y mantener la salud pública o en caso de que no tuvieran la capacidad o los recursos financieros, permita la comercialización de la nuevas vacunas, tal como ocurre con otros biológicos.- Joaquín Chan Caamal.

Joaquín Orlando Chan Caamal, reportero de la Agencia Informativa Megamedia (AIM); es periodista desde 1987 y en 1993 ingresó a Diario de Yucatán, buque insignia de Grupo Megamedia. Escribe sobre el...