El exgobernador Rolando Zapata Bello, candidato del PRI-PAN al Senado, junto con Mario Peraza Ramírez (izquierda), aspirante del PRI a la presidencia municipal de Motul, durante un evento con simpatizantes
El exgobernador Rolando Zapata Bello, candidato del PRI-PAN al Senado, junto con Mario Peraza Ramírez (izquierda), aspirante del PRI a la presidencia municipal de Motul, durante un evento con simpatizantes

Mario Peraza Ramírez, uno de los principales involucrados en la llamada “mafia inmobiliaria de la costa”, fue designado candidato del PRI a la alcaldía de Motul, al margen de la coalición “Fuerza y Compromiso por México”.

Como informamos, integrantes de esa “mafia” se habrían apoderado ilegalmente de más de 10,000 metros lineales de playa en 2016, un delito que permanece impune.

Peraza Ramírez fue la única persona que solicitó su registro en el PRI, en enero, como aspirante a candidato por ese municipio.

Tres meses antes fungía como diputado federal del Distrito II por PVEM-Morena-PT, pero renunció a esa coalición y regresó al PRI de la mano, al parecer, del exgobernador Rolando Zapata Bello, candidato a senador por el PRI y PAN.

En el gobierno de éste, Peraza Ramírez se desempeñó como funcionario menor en la Subsecretaría de Gobierno, entre 2012 y 2014. Este año renunció a su puesto para buscar, sin éxito, la candidatura del PRI a la alcaldía de Motul, luego de lo cual regresó a la administración pública, el 13 de octubre de 2015, como director del Catastro.

Funcionarios

El 6 de junio de 2022 y en las semanas siguientes, el Diario publicó una serie de amplios reportajes según los cuales Peraza Ramírez, junto con los ex alcaldes de Dzilam Bravo, Julio Abraham Villanueva Rivero y de Celestún, Santiago Leonel Rosado Mena, en el período 2015-2018, así como con otros funcionarios ligados al gobierno de Zapata Bello, se habrían apoderaron ilegalmente de 6,076 metros lineales de playa en Dzilam y de 4,518 en Celestún.

La mayoría, al parecer, eran terrenos nacionales con un valor mínimo calculado entonces de 2,118 millones de pesos, en lo que se considera el mayor fraude inmobiliario conocido hasta ahora en Yucatán.

La operación fraudulenta consistió en la creación artificial de tablajes catastrales sobre terrenos nacionales en la costa de Dzilam y Celestún, haciéndolos pasar como terrenos del fundo legal de esos municipios.

Para eso se aprovechó el nombramiento de Peraza Ramírez como director del Catastro estatal entre octubre de 2015 y junio de 2016.

De este modo, mediante la falsificación de actas de cabildo y, en algunos casos, mediante sesiones de cabildo amañadas, los alcaldes de Dzilam y Celestún adjudicaron “a título gratuito” 74 predios, supuestamente del fundo legal, a favor de compañías fantasmas vinculadas con Peraza Ramírez y sus socios.

Precios simulados

Estas compañías vendieron después algunos de esos terrenos a empresarios yucatecos y foráneos —a precios simulados e ínfimos, como $250 el metro lineal de playa, por ejemplo—, y otros los transfirieron a Peraza Ramírez, Abraham Villanueva y Rosado Mena o a sus familiares y amigos.

La mayoría de esos terrenos se ubica entre la costa y las carreteras Santa Clara-Dzilam y Celestún-Sisal.

En esta operación ilícita se contó con la participación de notarios y escribanos públicos, principalmente de Alberth Yadir de Jesús Córdova López, a quien el gobierno del Estado destituyó del cargo en febrero de 2019, acusado de corrupción.— HERNÁN CASARES CÁMARA

Elecciones Caso de la “mafia”

Mario Peraza Ramírez ha sido señalado como uno de los involucrados en la “mafia inmobiliaria de la costa”.

Denuncias

A principios de febrero, en entrevista con el Diario, el exgobernador Rolando Zapata Bello dijo: “creo que sobre este caso (‘la mafia inmobiliaria de la costa’), hubo algunas denuncias que jurídicamente ya se aclararon. Él (Peraza Ramírez) ya regresó al PRI y está en nuestra bancada. Es un promotor y activista social incansable. Siempre está allá”.

Cargos en negociación

Fuentes políticas en Motul explican que la candidatura de Peraza Ramírez no busca ganar los comicios, sino sumar el mayor número posible de votos al PRI, de modo que en el caso de un triunfo de la coalición PAN-PRI en el estado, este partido tenga más poder de negociación con el gobierno panista para colocar a más militantes suyos en puestos de poder.

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