HIDALGO.—Este lunes fue día de luto y misas de cuerpo presente en la iglesia de San Francisco de Asís, procesiones al Panteón Municipal, donde se depositaron los cuerpos de ocho de los fallecidos por la explosión del ducto de Pemex ocurrida el viernes pasado en este municipio, que como nunca lloró a sus muertos.

 

 

Lo mismo fueron homenajeados con música, llorados por parientes y conocidos, así como despedidos con aplausos, ocho de de las personas que fallecieron calcinadas o simplemente fulminadas por una masa de gasolina y fuego.

La música de banda suena fuerte con las melodías favoritas de los difuntos, que se tocan al mismo tiempo en el cementerio pero en diferentes sepelios, que lo único que los une es el pesar de las familias compuesta por la madre, la esposa y los hijos de personas que van de los 23 a los 46 años.

Se trata de gente productiva y trabajadora que se dejó llevar por el canto del “huachicol” y que hoy dejan viudas, huérfanos y madres que nunca pensaron que tendrían que ser ellas las que enterrarían a sus hijos.

Vianey Alejandra Paulino Cuxin es editora web egresada de la Licenciatura en Ciencias y Técnicas de la Comunicación por la Universidad Interamericana para el Desarrollo (UNID). Se incorporó a la División de Medios de Grupo Megamedia en marzo de 2015.