MADRID (EFE).— Un consorcio multinacional liderado por científicos de la Universidad de Uppsala (Suecia) descubrió —y probó con éxito en ratones— una nueva clase de antibióticos con capacidad para curar infecciones causadas por bacterias multirresistentes.

La nueva clase de antibióticos se describe ayer en un artículo de la revista “Proceedings of the National Academy of Sciences” (PNAS).

La investigación se hizo con el apoyo del proyecto europeo Enable, dirigido por la Universidad de Uppsala y la empresa farmacéutica GlaxoSmithKline, que junto a más de cincuenta socios europeos del mundo académico y la industria aúnan recursos y conocimientos para avanzar en el desarrollo de antibióticos contra baterias multirresistentes.

Los antibióticos son la base de la medicina moderna y en el último siglo han mejorado considerablemente la vida de las personas.

Se depende de ellos para tratar o prevenir infecciones bacterianas, para reducir el riesgo de infección en los tratamientos del cáncer, en intervenciones quirúrgicas invasivas, en trasplantes, y en la atención de madres y bebés prematuros, entre otros muchos usos.

Sin embargo, el aumento mundial de la resistencia a los antibióticos amenaza cada vez más su eficiencia. Para garantizar el acceso a antibióticos eficaces en el futuro urge encontrar nuevos compuestos.

El consorcio desarrolló un nuevo tipo de antibióticos que se dirigen a la proteína LpxH, que las bacterias Gram negativas usan para generar la membrana externa que las protege del medio ambiente y algunos antibióticos como la penicilina.

No todas las bacterias producen esta capa, pero entre las que lo hacen se encuentran los organismos que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha identificado como los más críticos para desarrollar nuevos tratamientos, entre ellos Escherichia coli y Klebsiella pneumoniae, que son resistentes a los antibióticos disponibles.

El equipo demostró que esta nueva clase de antibióticos es muy activa contra las bacterias multirresistentes y que puede tratar infecciones del torrente sanguíneo en un modelo de ratón, lo que demuestra su potencial.

Y como esta clase de compuestos es nueva y la proteína LpxH aún no se ha explotado como diana para los antibióticos, no hay resistencia preexistente a los compuestos, destacan los autores.

El equipo advierte de que, aunque los resultados actuales son muy prometedores, hará falta un trabajo adicional “considerable” antes de que estos compuestos estén listos para los ensayos clínicos.

Noticias de Mérida, Yucatán, México y el Mundo, además de análisis y artículos editoriales, publicados en la edición impresa de Diario de Yucatán