Los trastornos neurocognitivos, que engloban los distintos tipos de demencias, son padecimientos que suelen presentarse con el envejecimiento, indicó el doctor Arsenio Rosado Franco
Los trastornos neurocognitivos, que engloban los distintos tipos de demencias, son padecimientos que suelen presentarse con el envejecimiento, indicó el doctor Arsenio Rosado Franco

El doctor Arsenio Rosado Franco, director del Instituto de Salud Mental de Yucatán, aborda el tema de los trastornos neurocognitivos, que engloban los distintos tipos de demencias, que afectan a los adultos mayores, y que en algunos casos los llevan a desencadenar sucesos trágicos como el acaecido hace un par de días, al encontrar muerto a un hombre de 77 años, que padecía alzhéimer y que dos días antes había escapado de su casa.

El médico, especialista en psiquiatría, explica que las demencias son procesos patológicos que abarcan un déficit en el proceso de pensamiento, memoria, juicio y habilidades sociales.

De forma tal que las demencias implican un trastorno que tienen estos síntomas en común. Los síntomas interfieren con las funciones mentales superiores, como ya se ha dicho.

Estos problemas de salud suelen aparecer con el envejecimiento, y se estima que las personas mayores de 65 años ya tienen una demencia incipiente o desarrollada, en tanto que en los mayores de 85 años se estima que entre el 15 a 20 % tienen trastornos cognitivos o demencias.

Tipos de enfermedades

Detalla que hay varios tipos de demencias, y la más frecuente es el alzhéimer, seguida por la de demencia de tipo vascular, y otras como la pugilista o postraumática que suelen padecer personas que hacen deportes como boxeo o fútbol americano.

También se tiene la demencia de Lewy, y hay otras causas que pueden dar una seudo demencia.

Por ejemplo, la depresión mayor en la vejez puede aparentar demencia sin serlo, al igual que el déficit de vitamina B6 y B12, la vitamina D y los folatos, cuyas deficiencias pueden ocasionar síntomas de demencia, lo mismo que la uremia.

Efectos

Lo más común cuando se presentan estos problemas es la pérdida de la memoria inmediata, de hechos recientes y también pasados, la dificultad para comunicarse con otras personas, dificultades visuales o de espacio, el resolver problemas o realizar tareas complejas, planificar u organizar cosa que antes hacían fácilmente, mala coordinación motora y confusión en cuanto a espacio, tiempo y lugar.

De igual manera pueden presentarse cambios en la personalidad, por lo que la persona está irritable, se vuelve obsesiva y puede ser muy demandante.

Si de alzhéimer se trata es posible es una enfermedad que suele aparecer después de los 65 años, y cuando aparece más tempranamente es por lo general de tipo genético.

Resalta que el alzhéimer sí contempla factores genéticos, pues se ha visto en los pacientes con este padecimiento que los cromosomas 1, 14 y 21 registran cambios en la proteína precursora de amiloide, acumulando y haciendo rollos en la sustancia gris y blanca del cerebro lo que causa una mala transmisión nerviosa y muerte celular.

Por ello, el especialista indica que hay un riesgo mayor de padecer la enfermedad cuando los papás y abuelos sufrieron de alzhéimer a una edad temprana, es decir menos de 60 años.

El riesgo genético ya se puede determinar mediante pruebas de laboratorio desde los 40 o 50 años, y consiste en una prueba de sangre.

Hasta el momento no hay ningún medicamento que cure la demencia, aunque sí se puede retrasar la evolución con medicamentos como la memantina y el donepezilo.

Se estima que la evolución del alzhéimer es de 11 años aproximadamente, pero puede retrasarse el avance con los fármacos existentes.

Algunos síntomas específicos del alzhéimer son la agitación psicomotora, las alucinaciones, la interactividad, la impulsividad y la agresividad.

En los primeros dos a tres años se dan los cambios en la memoria, el juicio y el raciocinio, y conforme más va avanzando se dan más cambios. A los cuatro o cinco años de tener la enfermedad es cuando se registran los cambios en la conducta, que generalmente se controlan con medicamentos.

Respecto a la demencia vascular, que es la segunda causa de demencia más frecuente, el Dr. Arsenio Rosado señala que puede ser un poco más prevenible, pues es causada por micro infartos cerebrales. Las placas de grasa, la diabetes o la hipertensión, o bien las tres juntas, ocasionan una falta de circulación cerebral que genera la demencia vascular.

Las áreas de irrigación cerebral se ven afectadas sobre todo las venas de pequeño y mediano calibre.

La manera de prevenir la demencia vascular es regulando los niveles de azúcar en sangre, limitando la ingesta de grasa, ya que la obesidad y el incremento de grasa en el organismo aumentan el riesgo del padecimiento, por lo que hacer ejercicio y llevar una dieta mediterránea , así como tener bien controladas las enfermedades base, puede ayudar a prevenir este tipo de demencia.

Si no hay cuidado, la enfermedad aparece y avanza por etapas, suele haber un deterioro y luego el padecimiento se estaciona, pero paulatinamente aumenta la muerte celular. Se van presentando bloqueos vasculares y hay diversos períodos en cuanto a su aparición, todo depende de cuánto se cuide la persona, y los cambios que haga en su estilo de vida, como el control de las enfermedades como la hipertensión, la diabetes y dislipidemias, el ejercicio y el uso de anticoagulantes sí el médico así lo considera pertinente.

El médico psiquiatra, precisa que la demencia vascular es frecuente, se estima que está presente en el 1 o 2% de los adultos mayores de 65 años, y en el 8% de los mayores de 85 años,

El Alzheimer, que ocupa el primer lugar de frecuencia entre las demencias, se considera que abarca el 30% de todos los casos de demencia.

A estas dos le siguen otros padecimientos como la demencia por la enfermedad de Parkinson, que es subcortical; la demencia frontotemporal temporal, que causa cambios de personalidad y conducta; la demencia por cuerpo de Lewy, que es parecida al Parkinson, y causa delirios, alucinaciones y algunos otros problemas de tipo parkinsoniano, que son atendidos a nivel psiquiátrico.

La enfermedad de Huntington, también subcortical y de origen genético, en el que las neuronas se degeneran, causa depresión, psicosis, alteraciones motoras y movimientos tipo atetósicos, como en el llamado mal de san vito. Afecta también la memoria y el lenguaje.

Si de la demencia por traumatismo se trata, se debe a un daño craneoencefálico, por lo que es común en los boxeadores y en quienes juegan fútbol americano. Suele ocurrir en los mayores de 50 años, por hematomas subdurales.

Los adultos mayores que se caen y sufren un golpe en la cabeza pueden tener la enfermedad, que se genera de manera postraumática a los seis meses o hasta dos años después de la caída, ocasionando la demencia.

De ahí que se deba ser cuidadoso con las caídas que sufren los adultos.

El avance de este tipo de demencia depende del daño que exista por el evento traumático, de manera que la enfermedad puede estacionarse o seguir evolucionando.

Otro tipo de demencia que existe es la demencia por alcohol, pues en estos casos suele haber un déficit de vitamina D y junto con el alcohol que es un neurotóxico ocasiona la demencia.

El simple hecho de dejar de beber y tratar al paciente con medicamentos ayuda a parar los síntomas, aunque no se revierte el daño, no se agrava más.

Hay una demencia relacionada con el VIH, que se estima padecen el 14 % de los pacientes con esta enfermedad. Hay un deterioro cognitivo en estas personas que afecta la memoria, el raciocinio y la habilidad social.

En general, el Dr. Rosado Franco, apunta que las demencias se tratan para que no haya otras consecuencias en los pacientes y la familia.

Geriatras, neurólogos y psiquiatras son los que se encargan del diagnóstico y tratamiento de estas enfermedades.

Medidas de seguridad

Señala que la psicoeducación a quienes tienen familiares con demencias es importante, pues si están en casa hay que establecer medidas de seguridad en enchufes, cocina, el resguardo de cuchillos, llaves de la casa, asegurar las puertas y barandales, entre otros.

Apunta que en algunos lugares ya se usan chips de rastreo que se colocan en los zapatos de las personas con demencia para que si llegan a salir sin que la familia se de cuenta puedan encontrarlos, otra opción es usar una cadena con una placa y los datos como nombre y teléfono.

Sobre los factores de riesgo que las personas deben tener en cuenta para evitar en la medida de lo posible no tener ningún tipo de demencia, el experto manifiesta que hay que cuidar el peso corporal, porque la obesidad aumenta la tasa de riesgo, hay que cuidarse de los golpes en la cabeza que afectan en mayor medida a las personas mayores, pero que también pueden causar daños a una menor edad, evitar o reducir el consumo de alcohol, y cuidar los niveles de vitaminas B6 B12, folatos y vitamina D, que se ha visto que si son bajos aumentan el riesgo de demencia.

No hay que olvidar que el consumo de ciertos medicamentos, como las benzodiazepinas, pueden empeorar los problemas de memoria, por lo que siempre que se tomé algún fármaco hay que hacerlo bajo supervisión médica.— IRIS CEBALLOS ALVARADO

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