La marea roja, o su término más correcto Floración Algal Nociva (FAN), está localizada en mayor concentración en el área de Progreso, informó ayer lunes el Laboratorio de Producción Primaria del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav)-Mérida.
El Cinvestav, del Instituto Politécnico Nacional, dio a conocer ayer los resultados del muestreo de aguas marinas realizado el viernes 19 pasado, como parte de su Programa de Investigación y Monitoreo de los FAN en la costa de Yucatán.
En su reporte, precisó que tomó muestras de la marea roja “en 12 sitios dispuestos en un transecto paralelo a la costa del estado de Yucatán y algunas estaciones mar adentro desde el muelle fiscal de Progreso”.
Esos lugares fueron Telchac Puerto, San Benito, Uaymitún, Chicxulub Puerto, Progreso final, muelle de Progreso 1.5 km, muelle de Progreso 1 km, muelle de Progreso 500 m, muelle de Progreso 200 m, Progreso inicio, Chelem y Chuburná.
También recolectó muestras de agua de mar para el análisis de la calidad del agua y fitoplancton.
Los resultados fueron que “el oxígeno osciló entre 2.4 mg/l (San Benito) y 7 mg/l (Chicxulub), en estos sitios la Cl-a fue de 4.9 y de 3.2 mg/m3, respectivamente.
“El valor máximo de Cl-a (9.5 mg/m3) se registró en Progreso”, añadió.
La zona marina muerta o con anoxia
Un sistema acuático debe tener oxígeno disuelto (OD) de 5 a 6 mg/l para que haya oxígeno suficiente para la mayor parte de las especies; menor de 3 mg/h es dañino porque el ecosistema experimenta hipoxia, y debajo de 2 mg/l es fatal para la mayoría de las especies porque el ecosistema sufre anoxia; este último es considerado una zona muerta, detalla la Universidad Complutense de Madrid al describir el OD.
La Cl-a se refiere a la clorofila-a, que es el pigmento verde que está presente en todas las plantas, sirve para estimar la biomasa de las algas y es un indicador del grado de contaminación de los ecosistemas acuáticos. A mayor Cl-a, mayor abundancia de algas. En un medio oligotrófico (con pocos nutrientes para sostener la vida), las concentraciones de Cl-a se mantienen por debajo de 8 mg/m3.
El Cinvestav precisó que en la marea roja yucateca “la abundancia continua dominada por la diatomea Cylindrotheca closterium, especie no tóxica. En menor abundancia hay Pleurosigma sp (una alga oceánica que no es común en las costas, según el investigador Jorge Herrera Silveira, del Cinvestav).
“Se mantiene la condición de disminución en la calidad del agua en la costa, lo que favorece el decremento en los niveles de oxígeno, ocasionando la muerte de organismos lo que genera mal olor en el agua y produce bacterias que pueden ser nocivas al contacto con personas”, alertó el Cinvestav.
“Se mantiene la recomendación de evitar el nado en las localidades donde se presenten estas características y el recalado de peces muertos”, subrayó la institución.
“El desarrollo de estos eventos se ve favorecido por la presencia de contaminantes en la costa, que funcionan como aportes de nutrientes para las algas productoras de estos eventos”.
La costa yucateca está contaminada con cafeína, materia fecal…
Precisó que “la presencia de cafeína, metales, plaguicidas y materia fecal en la costa, detectados en estudios previos, pone en evidencia que las aguas residuales urbanas e industriales están llegando a esta área y, al no tener un tratamiento, incrementan la materia orgánica y nutrientes, afectando el equilibrio ecológico.
Por último, el Cinvestav-Mérida dijo que en Yucatán “se recomienda fuertemente la implementación de programas de descarga cero de granjas porcícolas, avícolas, desarrollos urbanos recientes cercanos o en la costa”.
El mismo viernes 19, el Cinvestav hizo un muestreo en la laguna y la zona marina de Celestún, para evaluar la calidad del agua. Hasta ayer, la institución no había dado a conocer los resultados.
Sisal y Celestún son los puertos a donde se dirige la marea roja, la cual fue reportada por primera vez en mayo pasado por pescadores de Río Lagartos, puerto del oriente de Yucatán.— Flor Estrella Santana