Foto: Megamedia
UMÁN.— A la edad de 73 años de edad y a consecuencia de una enfermedad, falleció anteanoche viernes el cantor sacro y trovador umanense Edilberto de los Santos Lazo Rodríguez, mejor conocido en la población como “Don Tobi”, quien durante 50 años fue sacristán de la parroquia de San Francisco de Asís de este municipio.
La noche del viernes se dio a conocer el fallecimiento de “Don Tobi”, quien por muchos años participó en obras locales y fue un reconocido trovador, además de ser sacristán y cantante en la parroquia de San Francisco de Asís, por lo que se le ofició la mañana de ayer una misa de cuerpo presente.
A “Don Tobi” le sobreviven su viuda, María Elena Durán Correa, y su hija Cinthia Minerva Lazo Várguez, quienes fueron acompañadas por familiares y amigos a la misa de cuerpo presente y posteriormente a su cristiana sepultura en el cementerio general Santa Matilde.
Lazo Rodríguez nació el 24 de febrero de 1949 en Umán, sus padres fueron Santos Tiburcio Lazo y María Eusebia Rodríguez Mena, quienes eran cantante de la iglesia de San Francisco de Asís y rezadora, por lo que ellos le inculcaron a “Don Tobi”, el aprender a rezar y a cantar desde pequeño, así como a involucrarse en las actividades religiosas, de manera que el 19 de marzo de 1955 a la edad de seis años realizó su primera comunión; en 1961 inicia sus estudios de música con el padre Juan Castro Lara, quien le pone el apelativo de “Tobi” con el cual se le conoce en la población.
En 1961 inicia como cantor de música sacra en pueblos de Campeche, y el 20 de abril de 1966, por orden del presbítero Luis Góngora Cervera, que era el párroco de Umán, comienza a tocar en las misas de la parroquia de San Francisco de Asís de la ciudad, donde también fue jardinero y sacristán.
Entre sus anécdotas como cantor sacro está que fue parte del coro de la Catedral de Mérida durante la visita del papa Juan Pablo II en 1993, y en la misa que se realizó en Xoclán; también en 2016, el arzobispo de Yucatán, Gustavo Rodríguez Vega, le hizo llegar un reconocimiento que le entregó el entonces párroco Ricardo Ruiz por sus años de servicio como sacristán y cantor de la iglesia.— Carolina Uc Quintal