El grupo familiar “Unidos por la fe” en Progreso, destino de su peregrinación desde Felipe Carrillo Puerto
El grupo familiar “Unidos por la fe” en Progreso, destino de su peregrinación desde Felipe Carrillo Puerto

PROGRESO.— En la víspera del día de la Virgen de Guadalupe, ayer lunes, esta ciudad se llenó de peregrinos y de las constantes sirenas de los antorchistas que recorrían las calles, al llegar o marcharse del puerto.

Tras visitar a la Virgen de Guadalupe en la céntrica parroquia La Purísima Concepción y San José, los grupos de peregrinos descansaron en la misma iglesia, el parque principal y los bajos del Palacio Municipal.

Mientras descansaban, los jóvenes Reyes Dzul Ciau, Josué Herrera, Roberto Pech y Miguel Ángel Chan Chay narraron que anteayer domingo a las 5 de la tarde, a pesar del mal tiempo por la llegada del frente frío 16, salieron del municipio de Panabá con destino a Celestún.

Relataron que forman parte de un grupo más grande que ayer lunes salió de Panabá, pero ellos se adelantaron porque sus motos son nuevas y van despacio para cuidar los motores.

Reyes y Josué precisaron que es la primera vez que corren con la antorcha guadalupana y lo hacen en memoria del padre del primero y la abuela del segundo que fallecieron recientemente.

Roberto dijo que es su segundo año de promesa, primero le pidió a la Virgen por la salud de su esposa, entonces embarazada, y ahora, por la salud de sus hijos.

Miguel, a su vez, cumple la promesa hecha a su madre.

Los jóvenes esperaban llegar a Celestún en la tarde de ayer y estar en Panabá hoy martes.

Por su parte, el grupo familiar “Unidos por la fe” informó que salió de Felipe Carrillo Puerto, Quintana Roo, y llegó a Progreso ayer a las 4 de la madrugada.

Señalaron que no pudieron escuchar misa en Progreso porque es nocturna y que esperan cantarle “Las mañanitas” a la Virgen hoy en algún municipio y llegar a Felipe Carrillo a tiempo para la misa de 8 p.m.

Jesús Aguilar y José Manuel Chan Rodríguez, a su vez, expresaron que peregrinan en motocicleta desde Valladolid y esperaban hallar a sus familiares y amigos en Tizimín, pues ellos no pudieron acompañarlos hasta Progreso por sus trabajos.— Abraham Ismael Raz Herrera

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