Las filas de autobuses turísticos que se estacionaron en los alrededores del parque principal de Valladolid, ayer desde temprana hora
Las filas de autobuses turísticos que se estacionaron en los alrededores del parque principal de Valladolid, ayer desde temprana hora

CHICHÉN ITZÁ, Tinum.— Aunque por un momento una nube amenazó con no permitir que Kukulcan llegue a su cita, unos 15 minutos antes de las cinco de la tarde el fenómeno de luz y sombra se hizo presente en todo su esplendor ante poco más de 10,000 turistas que arribaron a la zona arqueológica.

Los visitantes comenzaron a llegar alrededor de las 10 de la mañana, pero conforme pasaban los minutos fue arreciando la llegada de la gente deseosa de observar el fenómeno de luz y sombra que tiene su cita de manera oficial el 21 de marzo, cuando inicia la primavera.

Los miles de turistas, nacionales y extranjeros tuvieron el tiempo suficiente para pasear en toda la ciudad maya, incluyendo el cenote sagrado y todos los rincones de la zona.

La mayoría de ellos padeció por el intenso calor, pero eso poco les importó ya que llegaron al lugar con el objetivo de observar el descenso de Kukulcán.

Alrededor de las tres de la tarde poco a poco la gente se comenzó a concentrar frente al Castillo, en el lado poniente, para poder observar el inicio del fenómeno.

Por momentos algunos se cansaban de estar de pie, se sentaron, otros se acostaban en el césped y solo podían beber agua que llevaban en sus mochilas, pero contentos por el acontecimiento.

Alrededor de las cuatro de la tarde y ante el júbilo de los visitantes, Kukulcán inició su descenso, pues las condiciones del tiempo eran favorables.

Nube amenaza un fenómeno de luz y sombra

Sin embargo, cuando ya se habían formado los primeros cuatro de siete triángulos, alrededor de las 4:30, una nube opacó al sol.

El desánimo de la gente se observó en sus rostros, pero casi de inmediato la nube continuó su marcha, el cielo se aclaró y la gente, contenta, incluso comenzó a aplaudir y alzar las manos pues Kukulcán estaba cumpliendo su cita.

Fue a las cuatro con cuarenta y cinco minutos que el fenómeno de luz y sombra se observó en todo su esplendor, ante la felicidad de todos los visitantes.

Cuarenta y cinco minutos después, es decir, a las cinco y media de la tarde, la gente comenzó a salir de la zona arqueológica, pues justo a esa hora se había anunciado el cierre del lugar.

En cuanto a la seguridad, fue la Guardia Nacional y la Policía estatal que montaron un dispositivo que incluyó recorridos en el interior de la zona, y vigilancia a la vialidad en el área de estacionamiento y en la carretera federal libre, desde Valladolid hasta Pisté, en dónde por momentos el movimiento era a vuelta de rueda

Algunos prestadores de servicios recordaron que hace poco más de 10 años, la llegada de turistas a la zona arqueológica era mucho más masiva al grado que ingresaban alrededor de 25,000 visitantes en el lugar.

Al respecto, consideraron que debido a que las autoridades ya no realizan eventos culturales en el interior de la zona y que no le dan la promoción adecuada, ha bajado considerablemente el número de visitantes.

En la comunidad de Pisté, anoche, concluyó la exposición gastronómica, en la que participaron alrededor de 20 expositores.

En Valladolid, por la mañana y tarde, hubo congestionamiento en calles del Centro por el paso de autobuses y automóviles con turistas.

Invasión fugaz de turistas

Debido al equinoccio en la zona arqueológica de Chichén Itzá, que motivo el paso ayer por esta ciudad de decenas de autobuses y vehículos turísticos, el Centro registró caos vial por la mañana y se preveía una situación igual por la tarde, cuando los turistas estuvieran de regreso al vecino estado de Quintana Roo.

El paso de cientos de turistas, aunque fue mínima, dejó una derrama económica, ya que al bajarse en el Centro visitaron tiendas de artesanías y compraron productos frescos en el parque central antes de continuar su camino hacia la zona arqueológica de Chichén Itzá.

Desde las nueve de la mañana de ayer jueves, el centro de la ciudad se comenzó a llenar de camiones turísticos que se estacionaron en los alrededores del parque principal, afectando de alguna manera la vialidad, por lo que agentes de tránsito dirigieron el tráfico y apoyaron a los turistas que se bajaron de los camiones para cruzar las calles.

Los camiones turísticos se estacionaron incluso en doble fila, debido a que los alrededores del parque resultaron insuficientes para tanto vehículo que estuvo de paso.

El mismo problema se observaría durante la tarde-noche, cuando ya estén de regreso los turistas a sus respectivos hoteles del vecino estado de Quintana Roo, situación que beneficiaría de nuevo a los vendedores ambulantes y semifijos de diferentes productos, sobre todo los que ofrecen marquesitas.

La mañana de ayer, los cientos de turistas se bajaron de sus autobuses, caminaron en diferentes direcciones del centro histórico y aprovecharon entrar a las diferentes tiendas de artesanías, cuyos guías o agencias de viajes que los envía mantienen convenios con los dueños de los negocios para llevarles a los turistas.

De la misma manera muchos de ellos aprovecharon comprar productos frescos, como paletas, helados y raspados ante el intenso calor que se sintió, y muchos de ellos visitaron la parroquia de San Servacio, en donde se tomaron fotografías.

De acuerdo con algunos prestadores de servicios del centro de la ciudad, habrían pasado más de 50 autobuses durante la mañana y por la tarde, de modo que se presume que fueron alrededor de 3,000 personas que pasaron por esta ciudad rumbo a Chichén Itzá.— Juan Antonio Osorio Osorno