TIZIMÍN.- Casi el 50 por ciento de los bares en Tizimín se han ido a la quiebra, pues el alto costo en impuestos, licencias de funcionamiento e incluso el incremento de los insumos para la elaboración de sus alimentos han causado el cierre de varios establecimientos, incluyendo los de este giro comercial.
Los pocos que persisten, que son alrededor de 12, luchan por subsistir, prueba de ello es que han comenzado a contratar meseras para atraer clientes.
Aunque la reactivación económica va en buen camino, las cantinas sufrieron grandes pérdidas durante la pandemia de Covid-19, siendo ese momento en que varias tuvieron que rematar su mobiliario, mientras que otras subsistieron a través de la venta de botanas a domicilio.
No obstante, el tener que ponerse al día con los permisos para la venta de bebidas alcohólicas y rehabilitar sus establecimientos tras permanecer cerrados durante mucho tiempo, no ha logrado que este sector logre recuperarse al 100 por ciento.
Lo peor, es que incluso se quedaron sin un líder que los represente ante las autoridades, por lo que cada uno trabaja a su manera.
Bares se despiden de Tizimín
En lo que va de 2024, al menos cinco bares han tenido que despedirse de los clientes, en tanto otros redujeron su jornada laboral.
Hay cantinas que actualmente tienen alta demanda y es porque han tenido que implementar servicio de meseras, quienes incluso dan publicidad a sus centros de trabajo a través de sus redes sociales, compartiendo tentadoras fotografías para invitarlos a visitar el lugar.
No obstante, algunos bares han reportado riñas entre clientes por las meseras, o de las propias trabajadoras con personajes impertinentes debido al alcohol.
Según el personal de inspección Fiscal del Ayuntamiento, casi todos cumplen con sus permisos y a los que no, se les notifica previo a su cierre.
Reconocen que, efectivamente; más de 10 bares de la localidad están cerrados, aunque intentaron abrir no pudieron subsistir por el alto costo en las rentas que los propietarios les quieren cobrar a los nuevos administradores, sin tomar en cuenta que tienen que invertir en sus permisos y servicios.
De acuerdo a un balance habían alrededor de 30 cantinas en Tizimín, de los cuales apenas funcionan un 50 por ciento.
