Revictimización y estigma tras la legítima defensa en México

El abandono de la sociedad y miradas discriminatorias recaen sobre personas que se atreven a repeler una agresión y tienen suerte de salir con vida, apunta Myrna Karina Pérez Ramos, maestra en Psicología y Criminología, quien profundiza sobre la revictimización y el estigma que se sufre tras ejercer el derecho a la legítima defensa en México.

El caso de Roxana Ruiz, tan parecido al de Alina Narciso, ha causado indignación en buena parte de la sociedad y muestra la inercia de un sistema de justicia que sólo juzga con perspectiva de género el 78% de casos, y cuando se aplica no siempre es de manera correcta, causando un doble daño. Diario de Yucatán efectuó el foro “Legítima defensa, bajo la lupa” donde personas expertas analizaron esa figura jurídica que podría derivar en la revictimización y el estigma. Una de las invitadas fue la también ex directora del Centro de Reinserción Social Femenil del Estado de Yucatán, quien explica que las mujeres son agredidas con tanta frecuencia que los casos han dejado de impresionar, y hemos normalizado las agresiones hacia ellas, así como los estereotipos y roles de género:

“Es común que el hombre viole, agreda. Está normalizado, pero no está normalizado que la mujer se defienda […] Porque culturalmente hemos aprendido que la mujer no ejerce violencia, que la mujer no responda físicamente a ninguna violencia y que debe ser sumisa, callada y dejarse”.

El “blaming”: culpar a la víctima

Cuando una mujer se defiende y es acusada por ello, agrega, la abandonan sus más allegados y toda la sociedad. Entonces ocurre  el fenómeno que se conoce como el “blaming”, que es la culpar a la víctima, lo cual es revictimizarla y se causa el estigma.

“La violaron porque trae la falda cortita o el escote profundo, porque abrió la puerta y dejó entrar a su agresor, porque aceptó una copa, porque iba tomada”, apunta la experta.

Y aunque Myrna Karina Pérez Ramos, señal que por fin se están rompiendo estructuras, considera que derrumbar el estereotipo impuesto a las mujeres aún tiene gran impacto, un hecho que deja consecuencias por ejercer la legítima defensa en México. “Esta intersección que hay entre la comisión de un delito y ser mujer refuerza el estigma negativo hacia ella. Está documentado que los jueces le ponen una sentencia muchísimo más fuerte a una mujer que a un hombre bajo las mismas condiciones. […] No nos creen, nos quedamos solas y nos criminalizan por defendernos”.