Uno de los puntos que da siempre interés a los torneos profesionales del tenis es la oportunidad de la sangre joven de dejarse ver.
El Mérida Open Akron, certamen 250 de la WTA, tendrá ese aliciente para muchas jugadoras, tanto del draw principal como las que disputarán el torneo de calificación en las canchas duras del Yucatán Country Club.
“Eso siempre será un ingrediente especial: las que vienen empujando fuerte, las que quieren abrirse paso. Y en Mérida tendremos muchas jugadoras así”, dice Gustavo Santoscoy García, director del torneo, que arranca el 28 de octubre y repartirá una bolsa de 285 mil dólares en premios.
Uno de esos talentos es Peyton Stearns.
El 8 de octubre cumplió 23 años la nacida en Cincinnati y ya forma parte del top 50 del ranking de la WTA. Esta temporada conquistó su primer título en la gira, al coronarse en el torneo de Rabat, de categoría 250.
Stearns entrena actualmente bajo la tutela de Tom Hill, quien pasó varios años como coach de la griega Maria Sakkari, a quien llevó al “top ten”. Cuando acordaron trabajar juntos (en mayo) Hill dejó las cosas claras: “Si quieres que te ayude de verdad, tienes que dejarme que te entrene como entrenan las mejores”.
Eso, relata el comité organizador del Mérida Open, implicaba muchas horas de trabajo en cancha; el día comenzaba con 30 a 45 minutos de carrera por la mañana, incluido entrenamiento por intervalos. Más tarde, dos horas y media de entrenamiento, mucho movimiento, mucho sparring. Y por las tardes otro entrenamiento, de 90 a 100 minutos de carrera, para cerrar con una sesión de 45 minutos de pesas en el gimnasio. Fue después de ese trabajo que llegó el título de Rabat. La mejor posición en el ranking de la estadounidense hasta ahora fue el sitio 43, que alcanzó en septiembre del año pasado.
En ese año llegó a su primera final, en Bogotá.
Stearns estudió en la Universidad de Texas (se graduó en Ciencias del Movimiento), donde fue tres veces “All-American”, y ayudó a los Longhorns a ganar dos títulos consecutivos por equipos en la NCAA. Se convirtió en la primera jugadora en la historia del programa en ganar un título individual universitario, en la primavera de 2022.
La superficie favorita de Peyton, quien se describe como una persona con trastorno obsesivo-compulsivo, es la dura y en esa estará jugando en el Mérida Open a fines de octubre. En agosto hizo cuartos de final en el WTA 1000 de Toronto, ronda que también alcanzó en Cleveland (WTA 250). Luego estuvo en el Abierto de Estados Unidos y en Corea del Sur, para ahora presentarse ante el público mexicano con el hambre de conquistar la gloria en Mérida.
“Peyton es una jugadora que vamos a seguir con atención aquí en Mérida, tiene un gran tenis y será interesante verla”, señala Santoscoy García en una charla con el Diario.— Gaspar Silveira