Los Leones de Yucatán “post Juego de Estrellas” tienen otro chip.
Los melenudos lograron su tercera victoria en cuatro partidos desde la pausa del clásico estelar y, sin echar campanas al vuelo, pues a esta campaña aún le queda cuerda, Yucatán parece ir con paso firme hacia el el primer objetivo que es calificar a la postemporada.
Darío Agrazal era uno de los peloteros con deuda deportiva en la cueva y anoche el derecho panameño lanzó cinco entradas y dos tercios en gran forma, su mejor actuación de la campaña, siendo una de las bujías de la victoria de Yucatán sobre los Tigres de Quintana Roo, 6-1, al arrancar la batalla de fieras en el Kukulcán.
El pitcheo de los melenudos se está asentando, luego de muchas jornadas con nubarrones de tormenta.
Agrazal fue el cuarto abridor seguido que cumple con cinco actos en esta estadía (lo hicieron antes Valdez, Despaigne y Negrín).
Para el “Rey”, su apodo según las redes sociales, era vital poder alzar el brazo. Entró al partido con 6.72 de efectividad (11 carreras limpias admitidas en 14 entradas y dos tercios), nada bueno para un refuerzo extranjero. Pues Agrazal se vio bien, dominante, algo que los Leones necesitaban con urgencia. Aisló seis imparables, dio una base y ponchó a tres para poner su marca en 1-2 y reducir a 4.78 su PCL.
El coach “Tavo” Álvarez había dicho días antes que era muy necesario que sus abridores dieran al menos cinco actos para que descanse el muy maltratado cuerpo de relevistas.
Pues van en buen sendero en ese plan.
Y los bateadores, aportando en su renglón. No todo es batear largo, sino hacer lo propio en cada una de las situaciones. Esta semana han ejecutado tres toques de bola que han resultado clave para tres triunfos.
Anoche ordenaron hacerlo a Wynton Bernard y el estadounidense cumplió con gran toque, dejando dos corredores en base. El librito es el mismo siempre. Los libretos pueden cambiar, pero… Siguió Yangervis Solarte con panorámico cuadrangular por el prado derecho, que enterró las intenciones de los Tigres, pues dejó el score 6-0, lapidario prácticamente.
Y hay que decir que estos Tigres no son perita en dulce. No son, para nada, el equipo del año pasado, ni el que arrancó la campaña y que fue barrido por los Leones en Cancún. Presentan un equipo que tiene pitcheo, bateo respetable. Ya no son los sotaneros del Sur y, cuidado que si se aplican, podrían dar la sorpresa de meterse a la fiesta de la postemporada.
En el racimo de la séptima se vio todo junto, con bateo corto, un toque de bola y un cuadrangular.
Se insiste que los Leones de esta etapa posterior al Juego de Estrellas vienen con otra actitud. Dicen que fue motivante lo de Art Charles ganando el Derby de Jonrones y el “MVP” del choque estelar. Puede ser.
Esos puntos se notan en todos lados, en bateo, pitcheo, corrido de bases, en actitud. La clave era que los abridores pudieran llegar a su mínino para aspirar a ganar, cierto, pero igual que en los otros puntos del juego se pudieran hacer las cosas como se debe. Hay reglas no escritas que son vitales.
El segundo de la serie será hoy, a las 6 de la tarde. José Torres será el abridor de los melenudos, esperando que la racha positiva de la rotación continúe. Eso será vital en la carrera por ponerse en .500 en ganados y perdidos.


