Tommy Dolyle y Odrisamer Despaigne serán los abridores de los Leones de Yucatán para la serie ante los Diablos Rojos del México.
Clave para esta serie de primera ronda de postemporada sería que los melenudos salgan con al menos una victoria del Estadio “Alfredo Harp Helú” para llegar a casa con sus dos abridores principales de este año, César Valdez y Yoanner Negrín. Si lo consiguen, se puede pensar en cosas grandes.
Los pingos, con un récord que abruma, parten como favoritos en esta serie. En 2025, Diablos y Leones se enfrentaron nueve veces, seis en el Parque Kukulcán, y los escarlatas se llevaron la batalla particular 6-3. El año pasado, jugaron seis veces en el rol regular y todas las ganaron los rojos, que, en los playoffs, barrieron a las fieras en cuatro partidos.
Antes de 2024, de las últimas series de postemporada jugadas entre ambos los Leones habían sacado la mejor parte. Se recuerda, por ejemplo, la de 2022, en que los Leones ganaron la final de la Zona Sur arrebatando los partidos 6 y 7 a los escarlatas en el “Harp”. Fue una afrenta increíble para los Diablos, que recordaron tragedias históricas como la barrida de 1984 por los Leones de Carlos Paz y la derrota en primera ronda en 2006, cuando los melenudos de Lino Rivera llegaron igual al trono.
Este año, siendo sensatos, parece totalmente desdibujado el panorama. Los Diablos, con su tradicional trabuco, jugaron para 63-25, y los Leones se colaron a la postemporada en el último día, pero con marca de 42-50.
Y todos lo ven como una nueva historia. Los Diablos, cierto, seguirán en su papel de ganar y ganar. Los Leones, con una oportunidad de resarcirse de todo lo vivido en la inestable temporada. Una de sus misiones era estar en los playoffs y ya la consiguieron.
El gerente deportivo de las fieras, David Cárdenas Cortés, dice que “al final se cumplió el objetivo de entrar al playoff, siempre se trabaja para buscar el campeonato y a veces las cosas no salen como se planea al principio, pero ya estamos allá (en la fiesta) y será otra historia”. Indica que “los muchachos pelearon fuerte, batallamos, pero lo mejor es que empezamos de cero en esta serie. Nuestro pitcheo y bateo tendrán ahora menos presión de pensar en no entrar al playoff. Ya estamos. Tenemos buen equipo, bueno grupo, se trabajó bien con (el piloto) Elíecer Alfonzo”.
Ya dejando atrás lo pasado, el pitcheo de los melenudos se medirá a una alineación impresionante, en la que dos de los mejores peloteros mexicanos del momento, Carlos Sepúlveda y Juan Carlos Gamboa, aparecen al fondo, pues en la parte alta están gente como Allen Córdoba, Robinson Canó, José Marmolejos, entre otros. Es una formación que no da descanso para nada al rival.
Los Diablos dispararon 128 jonrones y produjeron 627 carreras y en casa jugaron para 31-11.
Los Leones deberán sacar provecho desde su primer bate, Wynton Bernard (21 robos), Yadir Drake (127 hits en 89 juegos), Yangervis Solarte (60 de sus 86 impulsadas fueron vestidos de león) y del enrachado Art Charles (cinco jonrones en seis juegos).
Las fieras tuvieron marca de 21-27 jugando en la carretera y ante los Diablos se midieron allá solamente en la serie inaugural, con par de victorias de los locales.
En pitcheo, será vital lo que hagan West (0-1 y 6.11) y Despaigne (3-6 y 9.16) abriendo la serie, para que los Leones lleguen con César Valdez y Yoanner Negrín lanzando en el Kukulcán para los duelos tres y cuatro. En Mérida en la última estadía, más que ganar los Diablos, la serie la perdieron los Leones.
Tuvieron los pingos al mejor cerrador de la campaña, Tomohiro Anraku (22), pero las fieras tienen a Jake Sánchez para el final, y en mejor estado quizá que Michael Feliz. En los intermedios, ambos traen relevistas muy trabajados. Eso no da confianza a ninguno de los dos.
La clave de la serie será en cómo se den los primeros dos partidos en el infierno. A los Diablos, como sea, jugar playoffs en el Kukúlcán no les trae gratos recuerdos.







