CIUDAD DE MÉXICO (EFE).— La nueva presidenta o presidente de México, tras las elecciones del 2 de junio, afrontará un panorama fiscal difícil, en medio de demandas sociales y necesidades energéticas para hacer rentable a Pemex y alcanzar las metas de transición energética, señaló un reporte de Moody’s Ratings.
“Independientemente del resultado de las elecciones, creemos que el próximo gobierno (mexicano) afrontará una situación difícil debido al deterioro fiscal, las necesidades de recibir apoyo de Pemex y las promesas de campaña de aumentar el gasto social y la inversión pública”, se lee en el documento de la calificadora.
Además, el análisis de Moody’s advierte que quien asuma la presidencia del país para los próximos seis años (2024-2030) también tendrá menos capital político que el presidente saliente, Andrés Manuel López Obrador.
Según datos de la plataforma Oraculus, que promedia los resultados de distintas encuestas, López Obrador llegó al poder en diciembre de 2018, con casi 80% de aprobación; en tanto que termina con el 66%.
Esto, auguró la agencia calificadora, “hará que los riesgos sociales y de gobierno adquieran mayor relevancia, así como que complicaría su capacidad para impulsar sus promesas de políticas públicas”.
Moody’s dijo que México elegirá a la primera mujer presidenta en las más grandes elecciones de la historia, con más de 20,700 cargos públicos en juego, incluida la renovación de la Presidencia entre las candidatas del oficialismo, Claudia Sheinbaum, y la opositora Xóchitl Gálvez, quienes lideran las preferencias.
“Si bien Sheinbaum lidera muchas encuestas —a veces por un margen considerable—, las elecciones podrían ser reñidas, sobre todo si las encuestas subestiman el apoyo a Gálvez”, añadió el reporte de la firma.
Preocupaciones
Por su parte, Moody’s identificó que las principales preocupaciones de los mexicanos de cara a los comicios del 2 de junio próximo son la delincuencia, la seguridad, la estabilidad económica y la creación de empleo; además de la corrupción y la necesidad de una mayor transparencia.
En tanto, mencionó que la educación y la salud siguen siendo críticas, especialmente desde la pandemia, que tuvo efectos duraderos en ambas, mientras que la permanencia de los programas sociales de transferencia de efectivo se ha convertido en un tema importante para ambas campañas políticas.
Asimismo, Moody’s anticipó que la candidata que resulte electa mantendrá el respeto a la independencia del Banco de México.
También advirtió que deberá prepararse para la revisión del T-MEC, ya que detalló “es crucial” para el crecimiento del país.
“La creciente inversión de China en México, como medio para exportar a Estados Unidos en virtud del T-MEC, probablemente se convertirá en un punto importante de discusión”, se señaló.
La calificadora también dijo que el Congreso podría impulsar cambios constitucionales desde septiembre, aún con López Obrador al frente del gobierno, si la alianza oficialista alcanza la representación de dos tercios del Congreso (500 diputados y 128 senadores) tras su renovación en las próximas elecciones de junio.
“Si bien la nueva presidenta asumirá el cargo el 1 de octubre de 2024, las sesiones del nuevo Congreso comenzarán un mes antes, el 1 de septiembre”, explicó.
PemexIMEF
Pese a ayuda fiscal a Pemex, el déficit no podrá reducirse, señala un reporte del IMEF.
Riesgo de degradación
La situación financiera de Pemex está aumentando el riesgo de degradación de la calificación crediticia de México, advirtió el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF).
Inversión federal
Según cálculos del IMEF, de cargar con esa deuda, aunque no sea de inmediato, sería oneroso porque 40 mil millones de dólares de deuda nominal de Pemex que se está cotizando actualmente en el mercado secundario más o menos 70 centavos de dólar, implicaría una inversión federal de 28 mil a 30 mil millones de dólares.
