Entre el barullo politiquero que parece tener el protagonismo en las agendas de los medios de comunicación, asoman de vez en cuando noticias y festejos que rescatan nuestra atención para recordarnos que, más allá de las campañas, existen otras cosas que son bellas y también son importantes.

Las Trovadoras del Mayab es una agrupación de jóvenes entre 16 y 19 años que comenzaron siendo Las Niñas Trovadoras y hoy, al celebrar el quinto aniversario desde su primera actuación bajo este nombre, continúan realizando una valiosa labor de rescate de la trova yucateca con el objetivo de recrearla y acercarla a las nuevas generaciones.

Su caminar comenzó en 2019 cuando sus primeras tres integrantes, Jocelyn, Helena y Melisa, formaban parte de la Orquesta Típica Infantil y Juvenil (OTIJ) —exitoso proyecto derivado del programa federal “Alas y raíces”, adscrito a la Sedeculta—, que vio la luz desde el Centro Cultural de la Niñez Yucateca (CECUNY), bajo la dirección del maestro Edgar Tzab Pat. Más adelante, Regina y Anairam se incorporaron a la agrupación.

“No íbamos a ser para siempre niñas, por eso el cambio de nombre”, dice Jocelyn, cuando platica con la musicóloga Regina Carrillo en el podcast que coproduce junto con Radio Universidad, titulado Al son de ellas. La emisión semanal, convertida ahora en podcast (disponible en Spotify), tiene como objetivo difundir la música hecha por mujeres en Iberoamérica.

Regina, quien también es música y terapeuta especializada en atención a la violencia de género y Derechos Humanos, fue directora del CECUNY (antes de ser despedida de su cargo, en una muy cuestionable decisión del gobierno de Mauricio Vila), y también fue testigo del surgimiento de este gran proyecto musical.

Como introducción al episodio que tiene como invitadas a estas jóvenes trovadoras, Regina escribe un preludio que vale la pena reproducir: “Es bien sabido que Yucatán es y ha sido cuna de músicos, compositores y poetas; de trovadores que le cantan a las golondrinas, a los flamboyanes, a la ciudad de Mérida.

“La Trova es uno de los legados de esta tierra y elemento fundamental de la identidad. Hoy por hoy, sin temor a equivocarme, puedo afirmar que no hay exponentes tan jóvenes y talentosas en este género. Su interpretación y ejecución del bolero, la jarana y el bambuco nos transportan a las tardes de tomar el fresco, las serenatas inesperadas, el abrazo de la familia y el cantar del Xtakay, a través de un punteo de guitarra con la precisión del punto de cruz y un cantar de filigrana”.

Requinto, guitarra, bajo, percusión, voz y hasta baile “para animar las presentaciones” son ejecutados de manera magistral por estas mujeres trovadoras que anteponen a toda descripción sobre su trabajo musical la palabra orgullo.

Hoy día, en un ambiente globalizado y hasta contaminado por un sinfín de dudosas influencias, hablar de jóvenes que han dedicado su niñez y adolescencia al aprendizaje de nuestra trova y a transmitirla no es poca cosa.

Durante sus presentaciones, las jóvenes rinden homenaje a nuestra tierra a través de la interpretación de canciones de afamados compositores, aunque también, con el espíritu inquieto que caracteriza a las y los artistas, buscan innovar a través de la experimentación rítmica en canciones contemporáneas y, por qué no, componer sus propios temas.

El sábado 4 de mayo, Las Trovadoras del Mayab celebrarán su aniversario con un concierto que se llevará al cabo a las 20 horas en el auditorio del Centro Cultural Olimpo. Estarán acompañadas por nuestra principal embajadora de la trova, Maricarmen Pérez, así como por la cantautora Aída Borges. Este concierto contará con la dirección del Mtro. Edgar Tzab y es posible adquirir boletos en la entrada del Olimpo.

Hablar de la historia de las Trovadoras del Mayab, del CECUNY y de maestros que han dedicado su vida a la transmisión de saberes musicales, es hablar de resiliencia, de la tenacidad de docentes de los centros culturales, difusores artísticos que realizan su labor a pesar de gobiernos que los condenan a vivir con ínfimos presupuestos que hay que defender y gestionar hasta con las uñas.

Probablemente, muchos y muchas de ustedes recién se enteran de la existencia de esta agrupación y de las trayectorias que la conforman, y se preguntan: ¿Qué papel jugamos quienes no somos gobierno ni artistas? ¿Qué responsabilidad tenemos como público?

La invitación sería a acercarse, a conocer, a consumir sus contenidos y asistir a los conciertos. Esta oportunidad de disfrute nos brinda también la posibilidad de visibilizar estos esfuerzos para fortalecer lo que nos hace únicos.

Larga vida a las Trovadoras del Mayab. Que su andar contagie a otros jóvenes y que el aprecio por nuestra música, nuestra ropa tradicional y nuestro orgullo yucateco, no se desvanezca, sino que consiga trascender en el tiempo.— Mérida, Yucatán.

erica.millet@gmail.com

Licenciada en periodismo y maestra en relaciones públicas; exfuncionaria del Ayuntamiento de Mérida y del gobierno del estado

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