Fragmento del mensaje episcopal con motivo del Año Nuevo 2018 de monseñor Gustavo Rodríguez Vega, arzobispo de Yucatán:
“Que nos bendiga Dios y que le rinda honor el mundo entero” (Salmo 66).
Muy queridos hermanos y hermanas, está llegando al final este año 2017, ¿Cómo podemos evaluarlo? Han pasado cosas terribles, sobre todo el mes de septiembre en México: huracanes, sismos que devastaron estados y ciudades del país, entre otras la misma Ciudad de México. ¡Cuántos murieron! ¡Cuántos daños quedaron! ¡Cuántas casas destruidas, incluso templos destruidos!
Ha habido quizás calamidades personales o familiares que tengamos que lamentar. Haya pasado lo que haya pasado, estamos llegando al final de este año y hemos de darle gracias al Señor porque pudimos finalizarlo. ¿Cómo llegamos? Con el mejor don que podamos tener, el don de la vida. Démosle gracias al Señor por la vida y todas las experiencias recopiladas durante este año 2017.
Ante todo, hemos de llegar a la celebración del Año Nuevo con gratitud, por todas las personas que pudimos saludar y abrazar durante este año que concluye; gratitud para con el Señor con quien pudimos tener relación a cada momento a lo largo de este año que finaliza.