Fernando Domínguez durante la ejecución de “Vendedor de ilusiones”, de Javier Álvarez, anteanoche con la Orquesta Sinfónica de Yucatán
Fernando Domínguez durante la ejecución de “Vendedor de ilusiones”, de Javier Álvarez, anteanoche con la Orquesta Sinfónica de Yucatán

Con las partituras de “Vendedor de ilusiones” en alto, los maestros José Areán y Fernando Domínguez demostraban así, por encima de sus cabezas, su respeto por Javier Álvarez, compositor mexicano fallecido en mayo pasado en estas tierras y a quien la Orquesta Sinfónica de Yucatán (OSY) rinde homenaje este fin de semana, en el Palacio de la Música.

Anteanoche, en el primero de dos conciertos homenaje, el recinto se llenó de música contemporánea mexicana de alto nivel, de sonoridades nuevas y ricas orquestaciones en las que instrumentos como marimbas, arpa, piano, alientos, cuerdas, güiro y percusiones sonaron al mismo tiempo en diferentes ritmos en complejas partituras en las que el sonido y el silencio, las disonancias y las líneas melódicas, pesaron lo mismo que el oro, que nos obligaron a agudizar el oído y poner atención a todo lo que pasaba sobre el escenario.

En metro

El programa dio inicio con “Metro Chabacano”, la obra más famosa de Álvarez Fuentes. Al compositor le sorprendió la resonancia y el reconocimiento que obtuvo dicha pieza, que no busca retratar ningún aspecto particular sonoro o visual del metro, como tampoco lo hacen “Metro Nativitas” y “Metro Taxqueña”, que compuso posteriormente.

Originalmente escrita para el Cuarteto Latinoamericano, “Metro Chabacano” ha sido objeto de varios arreglos y transcripciones, incluyendo uno muy interesante, para cuatro marimbas, del cuarteto Tambuco. El “Metro Chabacano” sinfónico se estrenó el 30 de septiembre de 2012, justo un día como ayer, en el Palacio de Bellas Artes, con la Orquesta Sinfónica Nacional bajo la batuta del exdirector de la OSY, Juan Carlos Lomónaco.

La Orquesta Sinfónica de Yucatán rindió homenaje al desaparecido maestro Javier Álvarez, primer rector de la Universidad de las Artes de Yucatán (Foto de Valerio Caamal)

Con pleno conocimiento de la música contemporánea de concierto, el maestro José Areán dirigió esta obra favorita del público como ese pequeño viaje cíclico imaginario que es, a través de paisajes urbanos fugaces, divertida, con un movimiento continuo a velocidad moderada, del cual emergen breves solos melódicos de cada instrumento. Los aplausos no se hicieron esperar.

“Las notas repetidas dan una falsa sensación de sencillez porque, aunque las frases son en su mayoría periódicas, los ritmos, acentos y fugaces fragmentos melódicos desmienten intrincadamente el flujo del moto perpetuo”, diría el mismo Álvarez sobre esta obra.

Siguió en el programa el concierto para clarinete y orquesta “Vendedor de ilusiones” a cargo de Fernando Domínguez, amigo del homenajeado, quien interpretó este “banquete para pordioseros” con la maestría que ha logrado en el dominio del instrumento, que también era el instrumento de origen de Álvarez Fuentes, y tal vez por el conocimiento que éste tenía del clarinete es que aprovecha su riqueza en una obra compleja, agotadora para su intérprete.

La primera versión de esa obra se estrenó con la Orquesta Sinfónica de Heredia, en Costa Rica.

Fernando Domínguez recibió una lluvia de aplausos y “bravos” y acto seguido levantó sobre su cabeza la partitura, imitado por Areán.

Versión para piano

Tras breve intermedio, fuimos testigos del estreno mundial de la versión para orquesta sinfónica de “Hormiga renca de paso corto”, originalmente escrita para piano, que dibujó los pasos de Tobías Álvarez con la firmeza de los de su padre, al hacer la transcripción de esta obra. El joven compositor, a invitación de José Areán, subió al escenario a recibir el reconocimiento de la orquesta y del público.

Cerró el programa “De aquí a la veleta”, escrita por Álvarez a solicitud de la Academia de Música del Palacio de Minería para la Orquesta Sinfónica de Minería y estrenada en 2013 bajo la dirección del actual director artístico de la OSY, José Areán, para celebrar el 35 aniversario de esa institución y para rendir homenaje a Octavio Paz.

“De aquí a la veleta”, descrita como música híbrida de Javier Álvarez, se integra por los movimientos Hoquetus de limón, Misión mosquito, Despierta John, Sol, tolok y sombra, Atardecer y Jardín de noche, tocadas como un solo movimiento sin interrupción y aunque estrictamente se divide en seis secciones, en realidad fluye en menos, según describió el compositor.

La obra dio inicio con pizzicato de cuerdas cobijado por alientos y conforme fue avanzando, el ritmo mostró líneas melódicas de música popular: habanera, danzón, cadencias afrocubanas… Sonaron el güiro y sabrosas percusiones, riffs de mambo, contrapuntos, silencios, presencias semejantes a voces, una hermosa y caribeña atmósfera melódica.

El público se puso de pie para premiar el trabajo de orquesta y director, para reconocer póstumamente a quien tanto hizo por la educación musical en el Estado, al que legó la actual Universidad de las Artes de Yucatán y generaciones de músicos que imaginamos con su visión vanguardista y amor por la música. Esta obra se repetirá hoy a las 12 i.m.— PATRICIA GARMA MONTES DE OCA

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