• Sobre estas líneas, Trova acomodada en su cama en el Palacio de la Música; a la izquierda, visitantes acarician a la nueva inquilina

La pequeña Trova llegó al Palacio de la Música y le puso un nuevo ritmo al recinto, uno en el que se vislumbra la compasión por los animales, pero sobre todo la buena vibra y energía que las mascotas pueden generar en un equipo de trabajo y en aquéllos que visitan este lugar.

Sí, Trova es una perrita de apenas mes y medio que fue rescatada después de haber sido abandonada, junto con otros siete cachorros, en Caucel, y en pocos días se ha convertido en la consentida de todos los que laboran en el Palacio de la Música.

Los visitantes que han llegado al recinto también han quedado cautivados por la nueva mascota del lugar, se acercan, la acarician y le toman fotos, es sin duda una sensación.

La mirada tierna de la perrita, su pequeñez y fragilidad hacen que se robe el corazón de quien la mira.

¿Por qué el Palacio de la Música adoptó a Trova?

Pero, ¿cómo llegó Trova al lugar? Maleck Abdala Hadad, director del Palacio, comparte que hace cinco días recibió un mensaje vía WhatsApp en el que le decían que habían abandonado a siete perritos en Caucel, a las puertas de una casa, bajo la lluvia.

En ese momento sintió la necesidad de ayudar en el rescate de los perritos, ya que les estaban buscando casa, y preguntó al equipo de trabajo del Palacio de la Música si aceptaban cuidarla entre todos, y ellos se sumaron a la iniciativa, así que la recogió y la llevó al recinto. Se le ocurrió que Trova puede dar la bienvenida a todos en el Palacio, y ser la nueva integrante del equipo de trabajo.

Cuando decidieron adoptarla no imaginó lo que sucedería, pues cuando llegó con la perrita y el personal la vio se dio cuenta de la gran energía positiva que Trova proyecta en los demás.

“Ojalá sea algo que se replique en muchas casas y oficinas, nosotros estamos felices, le trajo nuevo ánimo al equipo, y esperamos que la gente haga más conciencia de adoptar, de esterilizar, cuidar y de darle una buena vida a los animales”.

Tras ser abandonada a su suerte, Trova quizá no iba a vivir pues estaba bajo la lluvia y enferma, pero hoy día tiene 50 “papás” que a diario juegan con ella, la aman, la quieren y esto hace feliz a todos, comenzando por él.

La perrita los ha unido más como equipo, y aunque él dijo que absorbería los gastos iniciales, el personal del sitio ya se encargó de comprarle ropa, su camita, medicinas y de llevarla al veterinario, “están felices, muy atentos limpiando el área donde está, cayó como anillo al dedo para hacer feliz al equipo de trabajo”.

Por el momento, Trova tiene asignado un espacio en el pasillo detrás del mostrador de la entrada, junto a las escaleras eléctricas, ahí está su mullida cama y sus platos de comida y agua.

No pasa tanta gente por ese pasillo, pero sí la ven quienes descienden al Museo por la rampa, y quienes la descubren enseguida regresan a mirarla y mimarla.

La idea de que esté ahí es para que comience a acostumbrarse a la gente y sea una perrita amistosa con todas las personas.

Trova será parte de los “hosters” del Palacio de la Música

Quieren educar a Trova para que reciba a la gente, esto si las personas que asisten al lugar no tienen incomodidades, pues si se llegaran a inconformar porque hay un perro la resguardarán mientras haya gente, pero la idea es que sea parte del equipo de trabajo.

Actualmente Trova está en tratamiento médico, pues tenía bichos y garrapatas. Poco a poco se va recuperando y, si todo marcha bien, en unos días más recibirá sus vacunas, y apenas el veterinario dé el visto bueno se le llevará a esterilizar.

Respecto al nombre que le pusieron a la nueva mascota del Palacio de la Música, Maleck Abdala externa que a él se le ocurrió llamarla así y preguntó al personal si le gustaba, y todos coincidieron en que era ideal, así que el recinto tiene doble trova, la de la música tradicional que promueven, y la perrita, la nueva integrante del equipo que sin duda se convertirá en un ícono del espacio.