“Para que este año, sea del Señor”.
Muy queridos hermanos y hermanas, ahora que termina el año del Señor 2023, iniciemos el nuevo año 2024, esforzándonos para que, en verdad, este año sea del Señor, en nuestra vida personal, en nuestra vida familiar y en nuestro entorno social.
En el mundo hay muchos que se han alejado de Dios, y es por eso que hay guerras, injusticias, tanta violencia e inseguridad, tanta falta de oportunidades para todos por igual. Traigamos al Señor a cada corazón y el mundo automáticamente cambiará.
Será un año marcado por los procesos electorales para elegir a un nuevo presidente, a un nuevo gobernador y a nuevos presidentes municipales. La Iglesia como institución no tiene ni un candidato ni un partido. Cada católico debe elegir en conciencia quiénes cree ante Dios que deban ser nuestras nuevas autoridades.
Que en nuestro corazón no exista ningún odio ni división contra nadie, porque todos somos hermanos, hijos de un mismo Padre. Ningún candidato, ningún partido es tan grande como para romper la unidad de nuestra familia, nuestros amigos y, mucho menos, nuestros grupos de la Iglesia. Mantengamos la unidad, respetando la elección de cada uno.
Que en todo los que hagamos durante este año, busquemos la gloria de nuestro buen Padre Dios, y para beneficio de todos nuestros hermanos y hermanas.
Les deseo a todos ustedes, los miembros de nuestra Iglesia, y a todas las personas de buena voluntad, un feliz y próspero año nuevo.
+ Gustavo Rodríguez Vega, Arzobispo de Yucatán