Desde su matrimonio en diciembre de 1999 con Felipe de Sajonia-Coburgo, rey de los belgas, su vida transcurre entre las cámaras de televisión y fotográficas. Pero no es con escándalos que nutre a la prensa de su país, sino con el respaldo que da su presencia a variadas causas.
Matilde d’Udekem d’Acoz es una soberana discreta, aunque encuentra la manera de sobresalir con su estilo de vestir, moderno pero sin estridencias, y en el que la casa belga Natan Couture juega un papel destacado.
La habilidad de la reina para lucir el atuendo adecuado según el entorno quedó comprobada en su viaje a principios de este mes a Costa de Marfil, en su calidad de embajadora de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.