Mi pasión está materializada en un espacio para la sociedad: el Museo. Carlos García Ponce (13 de abril 1936 – 22 de mayo del 2024)

Hace ya treinta años que abrió sus puertas el Museo de Arte Contemporáneo Ateneo de Yucatán, Macay, institución cultural que ha vencido los embates no sólo del tiempo, sino de la propia política cultural gubernamental .Es de recordar la ya narrada anécdota de cómo se fundó este Museo en el año de 1994, y de cómo se ha convertido en un espacio en dónde, además de confluir las artes visuales, han ocurrido muchos sucesos artístico-culturales que han renovado la visión de nuestro Estado en este rubro, cumpliendo un importante papel en la difusión de la cultura.

El espacio tomó como nombre del edificio donde se ubica, en una zona neurálgica de nuestra ciudad: “Ateneo de Yucatán”; y aunque en tiempos recientes debido a muchos incidentes, entre ellos la situación presupuestal, ha mermado su capacidad de gestión, que lo ha llevado a la cancelación de algunos de sus proyectos (la gaceta, el programa de televisión y el de radio, Mérida la Ciudad de las Esculturas, la visita a los municipios con el programa de iniciación Chúunpajal: Comenzar), nunca ha cerrado permanentemente sus puertas.

Es importante decir que la Institución siempre reconoció a su fundador como eje de su labor, a Don Carlos García Ponce. Personaje de reconocida trayectoria que transitó de ser coleccionista desde temprana edad, a galerista (Galería Ponce España, México, Nueva York) y mecenas, a promotor de las letras y las artes visuales; asimismo fungió como presidente del Comité Técnico de los museos Diego Rivera y Frida Kahlo y Presidente Honorario de la Fundación Cultural Macay, A.C. Se recuerda la anécdota de cómo nació la idea en el año de 1991, cuando su fundador Carlos García Ponce, entonces Presidente de Bellas Artes de la Fundación Cultural Yucatán y la entonces Gobernadora de Yucatán Dulce María Sauri Riancho, en una plática informal ésta, conociendo la pasión del primero por el arte, le comentó que quería recuperar el edificio Ateneo Peninsular para un uso cultural, así como para el gozo, deleite y formación educativa de los habitantes del Estado de Yucatán, a lo cual él le respondió: “si tu recuperas el edificio, yo instalo en su interior un museo”. Siendo así que se le otorgó a la Fundación Cultural Macay, A.C. el comodato indefinido de este espacio.

Crear otro museo como el Macay hoy sería imposible, y que a tres décadas de su creación, se trata de un espacio icónico, no solo por su ubicación, sino por la labor que realiza gracias a la ayuda financiera del Municipio de Mérida, del Gobierno del Estado, así como de la iniciativa privada; ello además de contar con el amplio apoyo de la comunidad artística y de la sociedad civil que lo ha defendido frente a los embates de las políticas culturales.Es importante destacar que la fundación y apertura del museo se acogió con entusiasmo entre la comunidad artística y empresarial, así como la ciudadanía yucateca; y que la Institución, que además de haber presentado muestras temporales de renombre (Diego Rivera, José Clemente Orozco, David Alfaro Siqueiros, Pablo Picasso, Joan Miró, Robert Motherwell, Antoni Tapies, entre otros), tiene tres espacios permanentes dedicados a los más importantes artistas yucatecos: Fernando Castro Pacheco, Gabriel Ramírez y Fernando García Ponce.El legado de Carlos García Ponce sigue vigente a través del Macay, institución cultural única en todo el sur de nuestro país y que fuera sin duda alguna su gran pasión; por lo cual hay que recordarlo como alguien que con una voluntad perseverante y un pensamiento adelantado a su tiempo, defendió siempre el uso social del arte como una forma de incidir en el pensamiento y la libertad de expresión, así como de hacer de este tipo de instituciones un lugar para la formación educativa y fomento a la cultura de la paz (tópico ahora en boga); su personalidad y gran sentido de mecenazgo, apoyó a dotar de una identidad cultural a nuestra ciudad de Mérida, la cual busca ser la moderna y cosmopolita de nuestro territorio, posicionando en el mapa cultural de muchos intelectuales y artistas el Museo como un destino obligado. El reconocimiento a su aporte cultural a nuestro país, a nuestro estado y a nuestra ciudad, queda como una gran deuda de parte de las autoridades políticas y culturales (federales y locales), la cual solo puede ser cubierta con la preservación del espacio (edificio) que se le dio desde su fundación, el apoyo financiero, y el respeto a la labor que realiza el Museo de Arte Contemporáneo Ateneo de Yucatán, Macay, como un coadyuvante del gobierno en el cumplimiento de su obligación y en el ejercicio de los derechos culturales de la ciudadanía.

Curador

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