La empresa de salsas picantes y condimentos La Anita, de capital 100% yucateca, se ha convertido en los últimos años en la embajadora alimenticia de los mercados nacional e internacional.
Con un rumbo bien trazado desde 2016 cuando la directriz de La Anita recayó en un Consejo de Administración, la empresa de salsas picantes continúa la conquista de los mercados globales.
Y sigue su expansión por la alta demanda de sus productos porque ya planea la apertura de nueva planta industrial en Estados Unidos y para septiembre inaugurará la fábrica de envases de sus propias marcas en Monterrey.
La Anita tiene en funcionamiento tres plantas industriales en la actualidad: la de Mérida en Ciudad Industrial, la de Cuautitlán, Estado de México; y San Nicolás de los Garza, Nuevo León.
También tiene 14 centros de distribución estratégicamente ubicados en el país y su producción casi llega a las 60,000 toneladas al año.
Sin embargo, la demanda es creciente por lo que los inversionistas aumentan cada vez más la producción de sus alimentos líderes como achiote, salsas habaneras, marinadores, vinagres y salsas cremosas.
La Anita, inicios sencillos dan grandes resultados
La Anita, recuerda don Francisco Ávila Heredia, presidente del Consejo de Administración y director general de la empresa, empezó de manera doméstica en 1913 cuando la fundadora Ana Sosa de Méndez elaboró adobo de achiote para vender.
Primero entre sus vecinas, y luego en un puesto del mercado Lucas de Gálvez.
Hoy, La Anita es una empresa y marca reconocida en todo el país y en ciudades de Estados Unidos, Canadá, Unión Europea; Dubai, Emiratos Árabes Unidos, y Sudamérica.
Además, el fortalecimiento de la empresa de salsas picantes y condimentos también reforzó la marca que hoy se conoce comercialmente como La Anita & Zaaschila.
“Somos líderes en salsas habaneras con más del 30% del mercado nacional del canal moderno de distribución, 40% del canal tradicional como changarros y mayoristas, y en recados como el adobo estamos arriba del 70% del mercado en ambos canales de distribución”, destacó Ávila Heredia en entrevista conjunta con Jorge Charruf Cáceres, integrante del Consejo de Administración y director de Ventas Internacionales.
“Somos la marca más reconocida en todo lo ancho del país y a nivel mundial”.
“En este mundo competitivo si queremos mantener esta supremacía, tenemos que ser mejores, producir con calidad y seguir creciendo”, consideró Ávila Heredia.
Con huella en la gastronomía yucateca y mexicana
Charruf Cáceres resumió el alto impacto de los productos de La Anita en la gastronomía yucateca y mexicana: “siete de cada diez tacos tienen algún ingrediente de La Anita”.
El director de Ventas Internacionales consideró que la revaloración de la comida mexicana y el mercado de la nostalgia son los detonadores comerciales de La Anita porque hoy los emigrantes de México en el mundo compran las salsas y recados porque sus ancestros las consumían.
Pero el sabor inigualable y la calidad de sus productos conquistan el paladar de los extranjeros nativos.
Así, los americanos, españoles, belgas, holandeses, ingleses, suecos, alemanes, y sudamericanos nativos compran los productos La Anita & Zaaschila para aderezar sus comidas.
El secreto del éxito de La Anita & Zaaschila
Jorge Charruf explicó el éxito de La Anita & Zaaschila de la siguiente forma:
“La institucionalización de la empresa familiar en el año 2016 ha sido sin lugar a dudas un parteaguas en la historia de esta compañía y un detonante en el crecimiento ordenado y sostenible de la misma, que entre otras muchas cosas, nos permitió establecer metas claras y medibles de crecimiento”.
“En el año 2020 se construyó un plan estratégico que refleja la visión de largo plazo de los accionistas y que nos ayudó a tomar la decisión de desinvertir en ciertos giros industriales en 2022, para enfocar los esfuerzos, recursos y el crecimiento hacia la fabricación de alimentos con una visión más amplia para evolucionar de ser un fabricante de productos yucatecos, a un fabricante de alimentos mexicanos para todo el mundo“.
“Todo esto nos impulsó a crecer nuestras capacidades de producción en zonas geográficamente estratégicas con la inauguración en 2023 de la planta de La Anita en el Estado de México y con la adquisición en 2024 de Zaaschila, líder en la categoría de salsas cremosas con sus orígenes y planta de fabricación en San Nicolas de los Garza, Nuevo León”.
“De aquí para adelante, la visión es continuar con el crecimiento tanto orgánico como inorgánico de la compañía, incluyendo nuevas marcas a nuestro portafolio, fortaleciendo más nuestras capacidades productivas.
Probablemente en el sur de los Estados Unidos, y consolidando nuestro liderazgo en el mercado mexicano, al tiempo que impulsamos una ambiciosa estrategia de expansión internacional que nos permita posicionarnos como un referente global en la industria, llevando el auténtico sabor de México a cada vez más hogares en todo el mundo”.
Historia de La Anita: así nació la icónica empresa yucateca
Don Francisco Ávila detalló la evolución industrial y empresarial de La Anita & Zaaschila con la siguiente línea del tiempo:
- 1913: Fundación de La Anita por doña Ana Sosa de Méndez, quien elaboraba adobo de achiote de forma artesanal desde su casa y lo vendía puerta a puerta.
- Década de 1950: Margarita Méndez Sosa, hija de la fundadora, se incorpora al negocio familiar.
- 1953: Apertura del primer expendio en el Mercado Grande (hoy Lucas de Gálvez), ampliando su oferta a condimentos, especias y salsas.
- 1973: Ernesto Perera Méndez, nieto de doña Anita, impulsa la expansión trasladando la producción a una pequeña planta en la colonia Sambulá.
- 1978: Los hermanos Charruf Navarrete y Miguel Ángel Xacur, empresarios de origen libanés, adquieren la marca y comienzan su expansión nacional.
- 1979: Apertura del primer centro de distribución en Villahermosa, Tabasco, y adquisición total de la marca por parte de los hermanos Charruf Navarrete, empresarios ganaderos.
- 1983: Construcción de la planta La Anita en Ciudad Industrial de Mérida para atender la creciente demanda.
- 2008: Reconocimiento con el Premio Canacintra al Mérito Industrial.
- 2013: Celebración del primer Centenario de La Anita.
- 2016: Se institucionaliza la empresa familiar mediante la creación de un Consejo de Administración integrado por consejeros independientes y patrimoniales en igual número, y la designación de un director general externo, marcando una nueva era de crecimiento ordenado bajo un modelo de gobierno corporativo.
- 2020: Se construye un plan estratégico que refleja la visión de los accionistas.
- 2023: Inauguración de la planta en Cuautitlán, Estado de México.
- 2024: Adquisición de Zaaschila, empresa líder en salsas cremosas con sede en Nuevo León.
Embajadores yucatecos del sabor de México
Ambos altos ejecutivos de La Anita & Zaaschila contaron con orgullo el éxito industrial y comercial de esta empresa y no dudaron en reconocer que son los embajadores yucatecos del sabor de México en otros países.
Y no lo dicen solamente con palabras, sino que es reflejo del estudio de una empresa de medición de mercado, de certificaciones internacionales de inocuidad y responsabilidad social, entre los que figuran las firmas SQF, FSSC 22000, SMETA, ESR, entre otras; y la cada vez más amplia expansión por el mundo y la creciente producción.
Pero también este éxito recae en la plantilla laboral de más de 1,000 colaboradores en esta industria y la procuración de un real bienestar para todos, desde accionistas, trabajadores y proveedores.
“Todos tenemos que actuar bajo nuestros principios de la cultura del esfuerzo, de la honestidad y cuidado del patrimonio, porque la empresa es de todos”, remarcó Ávila Heredia.
El futuro de La Anita & Zaaschila es promisorio y seguramente conquistarán nuevos consumidores en el mundo.
Por lo pronto, la empresa yucateca acaba de entrar al canal de food service de los Estados Unidos para la atención directa de hoteles, restaurantes y otros negocios, esto sin descuidar el mercado mexicano.
