Cada 31 de octubre se conmemora un hecho histórico que marcó un precedente dentro de la comunidad religiosa. Aquel día de 1517, el teólogo alemán Martín Lutero clavaba sus 95 tesis en las puertas de la iglesia del castillo de Wittenberg, cuestionando abiertamente la venta de indulgencias por parte de la Iglesia católica. Con ese gesto dio inicio a un cambio no solo religioso, sino también político y social que transformó a toda Europa.
Este 2025 se cumplen 508 años desde que se dio aquel primer martillazo, y que hoy sigue cimbrando en las mentes y los corazones de los evangelistas reformados o protestantes. Tras este acontecimiento, el canto congregacional tuvo una transformación radical al ser democratizado, pasando de ser interpretado por coros profesionales a ser cantado por toda la congregación en el idioma local.
El reformador promovió este cambio para que la liturgia fuera accesible y comprensible para el pueblo, simplificando la música compleja y creando himnos como su famoso “Castillo fuerte es Nuestro Dios”, que se convirtió en un himno de batalla de la Reforma. Así, la música dejó de ser un acto exclusivo y se volvió una forma de participación espiritual abierta a todos.
Por tal razón, este sábado 1 se estará realizando en el Teatro Daniel Ayala el concierto “El Canto de la Reforma”, en el que cantos clásicos y contemporáneos se podrán escuchar en la voz de varios artistas.
Participarán el dueto LyS, el cuarteto de cuerdas Coram Deo, la flautista Andrea Herrera y el tenor Christian Ibarra, quienes llevarán el canto congregacional a una nueva interpretación. Este encuentro reunirá a músicos creyentes con un mismo propósito: recordar el poder del canto en la vida de fe.
Para conocer más de este concierto, el tenor y docente de la UNAY Christian Ibarra explicó cómo surgió el proyecto y el impacto espiritual que tiene al ser parte de la comunidad evangélica. “Además de ser músico de profesión, también soy cristiano, soy ministro evangélico. Sirvo en la Iglesia Bíblica La Roca en Francisco de Montejo”, compartió.
“El interés de este concierto es celebrar lo que se llama la Reforma Protestante a través de uno de los aspectos que la Reforma logró o tomó como emblema, que es el canto congregacional”, añadió.
Para el tenor, esta manifestación de fe representa el corazón mismo de la Reforma, porque da voz a toda la comunidad creyente. “En el canto congregacional, no solamente los que están a cargo de la liturgia en una celebración de adoración cristiana son los que elevan su canto en adoración a Dios, sino que ese canto está hecho para que toda la congregación lo pueda levantar de manera conjunta, como predicando el Evangelio cristiano a través de la voz de toda la congregación”.
“Entonces”, continuó Ibarra, “este evento pretende recordar ese hecho, de cómo la Reforma logró que el Evangelio, la predicación de la Palabra de Dios fuera accesible a todo mundo, a todos los cercanos en su propio idioma para empezar, y después que el canto no fuera tan complejo que no lo pudieran cantar, sino que fuera sencillo y a la vez poderoso en su palabra para que todos lo pudieran cantar”.
“‘El Canto de la Reforma’ busca que los asistentes comprendan que los músicos servimos a la iglesia facilitándoles el canto para que ellos puedan enunciar lo que es importante en el canto, que no es la música, sino la Palabra de Dios expresada en el canto”, afirmó. Con esta perspectiva, la música se vuelve una forma de adoración viva y compartida.
Al tenor se le preguntó quiénes lo van a acompañar en la presentación. Uno de ellos, respondió, es el cuarteto de cuerdas Coram Deo, compuesto por violonchelo, viola y dos violines.
“Todos ellos son creyentes cristianos también”, dijo.
“Está el dueto LyS, de Laura y Sofía, que son dos pianistas excelentes, también egresadas de la UNAY y que sirven en sus congregaciones. Ellas tienen un dueto a cuatro manos, las dos tocan al mismo tiempo el piano”, detalló Ibarra.
Ambas instrumentistas han sido reconocidas por su talento y compromiso con el ministerio musical en sus iglesias locales.
Asimismo, actuará Andrea Herrera, “una flautista renombrada de Yucatán”.
“Todos juntos nos reunimos, ya no para desplegar nuestras habilidades propias y para consumo del público, sino para que el público, o la congregación en este caso, se una, para que nos unamos todos en un canto de adoración”, agregó el tenor.
Evento compartido
El evento pretende ser una experiencia compartida, en la que la audiencia no solo escuche, sino que también participe cantando y meditando en las letras que marcaron el despertar de la fe reformada. Los himnos clásicos se entrelazarán con interpretaciones contemporáneas, mostrando la vigencia del mensaje que inspiró a Lutero y a los reformadores del siglo XVI.
El concierto está pensado para toda la familia y las personas que deseen conocer más sobre el legado espiritual de la Reforma. “Queremos que todos participen”, subrayó Ibarra, “que los asistentes comprendan que son parte de una iglesia que canta. La Reforma hizo posible que todos pudieran elevar su voz, sin importar su condición o preparación musical. Ese es el espíritu que queremos revivir”.
El tenor enfatizó que el deseo es que todos puedan participar, incluso quienes tienen alguna discapacidad. “Tenemos muchos hermanos que no pueden hablar, pero vemos el canto en su rostro. Ellos también son parte de la iglesia”, dijo con el corazón en la mano.
Para finalizar, Ibarra invitó a todos a asistir: “Deseamos que nos puedan acompañar. Sabemos que hay costos que cubrir, pero nuestro énfasis es recordar que es la iglesia la que canta”.
El concierto será a las 6 de la tarde. Se recomienda llegar al menos media hora antes. Los boletos cuestan $180 y hay promoción de 4 por 3. Se pueden adquirir en taquilla el mismo día o en línea en tusboletos.mx.
También están disponibles en el Auditorio Coca-Cola en La Isla, Ópticas Espadas en Altabrisa y Circuito Colonias, y en taquilla del Teatro Armando Manzanero.
A través de los siglos, la Reforma ha recordado que el creyente no necesita ser espectador, sino participante activo en la adoración. Cantar juntos es proclamar el Evangelio, y ese es precisamente el propósito de este concierto: revivir la fuerza de la fe que canta.
“El Canto de la Reforma” será más que un concierto: será una declaración de fe y un homenaje al poder transformador del Evangelio. Una invitación para recordar que la adoración no es solo un acto, sino un estilo de vida. A través de la música, la Reforma sigue viva, recordándonos que Dios todavía habla y su pueblo aún canta.— Eunice Alejandra Cruz Molina
De un vistazo
Canto congregacional
La Reforma devolvió el canto al pueblo, permitiendo que todos adoraran en su idioma. Los himnos se convirtieron en herramientas de enseñanza bíblica y comunión espiritual.
Biblia abierta
Traducir las Escrituras al lenguaje común permitió que se conociera directamente la Palabra de Dios, además de que los reformadores impulsaron la alfabetización para que cada creyente leyera la Biblia.






