El tiempo es un recurso limitado. Y administrarlo bien es una forma de riqueza.
La riqueza no se mide solo por lo que acumulas, sino por cómo usas, inviertes y multiplicas lo que tienes. Cuando escuché hablar del tiempo como un recurso no lineal, algo hizo clic: hay que invertir tiempo hoy en actividades y habilidades que te devuelvan más tiempo mañana.

En esta tercera columna de la serie, quiero hablar de la agenda como un camino de éxito y realización.

En la columna anterior hablamos de identidad: de quién queremos ser y del vehículo que necesitamos construir para llegar ahí. Decidir que quieres dar tiempo a tu pareja, a tus hijos, a tu trabajo, a tu salud o a tu espiritualidad es solo el primer paso. El segundo —y quizá el más retador— es distribuir el tiempo para que esa identidad se vuelva real.

No se trata de priorizar por moda, sino de escoger momentos, horas y espacios para fomentar esa versión de ti mismo.

Un amigo mío, atleta de alto rendimiento, compite en Ironman. Me explicó que para entrenar sin lesionarse necesita entre 8 y 10 horas a la semana, y si quiere mejorar resultados debe subir gradualmente hasta 16. No te digo que te vuelvas atleta, pero sí que entiendas esto: toda identidad exige una cantidad concreta de horas invertidas por semana.

Y aquí viene una pregunta incómoda: ¿cuántas horas a la semana estás dispuesto a dedicarle a trabajar tus emociones?

Sí, leíste bien: a terapia. Porque sostener una agenda que no dependa del estado emocional requiere disciplina, constancia y trabajo interno. No basta con motivación, afirmaciones o rituales aislados. Es un proceso.

Cuando la agenda se negocia con el ánimo del día, los sueños se postergan. Y sin darnos cuenta, podemos vivir años enteros emocionados por los planes, pero sin ejecutarlos.

La pregunta final es esta:¿cuánto tiempo le vas a dedicar, cada semana, a cada aspecto de tu identidad?

Mi nombre es Alejandro Granja-Peniche. Lo que invierto hoy en tiempo, espero que se traduzca en un mejor presente y un futuro más sano y congruente.

En mis redes comparto la versión extendida de esta columna, con herramientas prácticas para diseñar tu agenda con intención. Nos leemos en el futuro.