El presidente Enrique Peña Nieto (izquierda

CIUDAD DE MÉXICO.— En un extenso reportaje que publicó ayer, el diario estadounidense “The New York Times” afirma que el gobierno de Enrique Peña Nieto gasta millones de dólares al año en publicidad oficial en medios de comunicación, lo que le permite dictar el contenido en periódicos y noticiarios de radio y televisión.

Azam Ahmed, corresponsal del rotativo, indica que dirigir un medio de comunicación en México significa confiar en un cliente único y poderoso que gasta sumas exorbitantes en publicidad con la advertencia: “No te pago para criticarme”.

Con el gasto millonario en publicidad, destaca el texto, el gobierno de Peña crea lo que muchos ejecutivos y periodistas llaman un “gigante de la marca presidencial”.

Además, ello le permite al gobierno “suprimir artículos de investigación, dirigir portadas e intimidar a las salas de redacción que lo desafían”.

El reportaje señala que a pesar de que prometió regular la publicidad oficial, Peña Nieto es el presidente que más ha gastado en este rubro en la historia de México, casi dos mil millones en los últimos cinco años, según datos recopilados por la consultoría Fundar.

Esa agrupación de transparencia, agrega, descubrió que la actual administración gastó más del doble del presupuesto de medios que lo que le asignaron los legisladores para 2016.

Los ejecutivos y editores involucrados en las negociaciones afirman que algunos secretarios de prensa del gobierno exigen abiertamente una cobertura positiva de las organizaciones de noticias antes de firmar un contrato publicitario. También, que los gobernadores reparten cientos de millones de dólares del presupuesto estatal en publicidad cada año, dinero que distribuyen a los medios de comunicación favoritos, según Fundar, indica la investigación del periódico estadounidense.

El reportaje dice que “el resultado es un panorama mediático en México en el que los funcionarios federales y estatales dictaminan las noticias, dictando a los medios lo que deberían y no deberían informar”, de acuerdo con docenas de entrevistas con ejecutivos, editores y periodistas.

Entrevistado por el diario, el gobernador panista de Chihuahua, Javier Corral, consideró que la relación entre los medios y el poder es uno de los problemas más graves en el país.

“Recoja un periódico, sintonice una estación de radio o encienda la televisión en México y recibirá una avalancha de publicidad oficial. En algunos periódicos, casi en cualquier página hay un anuncio que promueve una agencia gubernamental u otra. A veces, tanto tiempo de aire está dedicado a venerar el trabajo del gobierno como a cubrir las noticias”, precisa el reportaje.

El texto de “The New York Times” informa que el gobierno federal gastó tanto en publicidad el año pasado, alrededor de 500 millones de dólares, como lo hizo para apoyar a los estudiantes en su programa principal de becas para universidades públicas.

El periódico apunta que el gasto extraordinario llega en un momento en que el gobierno mexicano está recortando los presupuestos en general, incluidos los de salud, educación y servicios sociales.— Proceso

 

CensuraReportaje de “The New York Times”

Dos tercios de los periodistas mexicanos admiten que se censuran, según publica “The New York Times”.

Testimonio de Krauze

“Si un reportero profesional quiere cubrir los elementos sucios de lo que está sucediendo en el país, ni el gobierno ni las empresas privadas le darán un centavo”, dijo Enrique Krauze, un historiador que dirige Letras Libres, una revista que recibe algo de dinero del gobierno.

”Defecto de la democracia”

“Ese es uno de los mayores defectos de la democracia mexicana”, agregó.

Presión de anunciantes

Un 68% de los periodistas dijo que se censuraban, no solo para evitar ser asesinados, sino también por la presión de los anunciantes y el impacto en los ingresos.

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